KhOmo kHE sWeeT NIghT No EsTa NomINAdA? Estoy indignada así que le puse este nombre al capítulo. Perdón que sea tan largo, pero no encontré como cortarlo. Gracias por leer <3
-.-
La risa impulsó la cabeza de Jungkook hacia atrás al ver los pasos de baile de su esposo.
Porque solo Taehyung podía hacerlo reír de esa manera.
Allí estaban bailando con el resto de invitados sobre la pista de baile del salón de eventos del hotel.
La cena había sido exquisita, al igual que el postre y luego de un par de copas, la mayoría de las personas se divertían al ritmo de la música energética. La decoración del salón era sublime y aunque no se pudiera apreciar del todo con las luces estroboscópicas, se notaba la atención al detalle en cada mínima cosa. Cómo los jarrones del centro de mesa con las iniciales de la pareja grabadas, las luces navideñas recorriendo todo el techo del lugar o las telas doradas entrecruzadas sobre las paredes.
Era todo obra de la creatividad inagotable de Jimin.
El organizador estaba bailando con la pareja de recién casados dando saltos de alegría o bailando con Hoseok. Aunque era algo que odiaba, Namjoon también se divertía obviamente bailando a su estilo. Todos con sus sacos, capas y chalinas tiradas en algún lugar del salón, bailando simplemente con sus camisas que poco a poco se pegaban a sus cuerpos producto del sudor.
Todos se estaban divirtiendo, los padres de Taehyung, la familia de Jungkook, Mingyu e incluso los camareros movían la cabeza con la música.
Todos menos Bogum quien se encontraba sentado en una silla, apartado del resto.
Lo último que quería hacer era meterse entre medio de Jungkook y Taehyung y bailar con ellos. Se sentía desanimado y sin las fuerzas necesarias para poder afrontar a la pareja recién casada y suponer que todo estaba bien. Porque no lo estaba.
Que idiota. ¿En serio pensó que podía soportar todo aquello?
En realidad, fue mucho más difícil de lo que pensó. Presenciar la ceremonia, que Taehyung dijera esas hermosas palabras, que le sonriera cuando le pidió el anillo, y luego el beso. Fue demasiado para su frágil corazón a quien escucho romperse más de una vez durante todo el transcurso del atardecer.
Pero Bogum era débil y más aún con el pelirrojo meneando las caderas frente suyo.
"Vamos Gummie" lo animó el chico bailando y haciéndole un gesto con la mano para que se una a ellos.
Bogum solo tuvo que ver la cara de Jungkook para negar con la cabeza.
El menor no se había separado ni un segundo de Taehyung, y era comprensible porque estaban recién casados, enamorados y querían restregarle en la cara a todos los invitados lo mucho que se amaban. Y estaba bien, porque él haría exactamente lo mismo si estuviera en su boda.
Ahora, lo que Bogum no entiende es que hizo para ganarse la mirada de desprecio que el pelinegro le regalaba discretamente cada vez que sus ojos se cruzaban. En anteriores encuentros, el chico se había mostrado amable y recatado, siempre manteniendo la sonrisa que aunque fuera falsa intentaba no incomodar a los presentes.
Pero ahora, sus ojos lanzaban veneno directamente al cuello de Bogum.
¿Qué hizo? ¿Lo podía remendar?
"Más tarde, Tae" intentó sonreírle.
Vio como su amigo le devolvió la sonrisa antes de ser arrastrado al centro de la pista por su esposo.
Bogum tomó la copa de vino en la mesa y se la llevó a los labios dejando que el líquido dulce hiciera su efecto y terminé tan emborracho que quizás pueda borrar la noche de su mente, para siempre.
Fue Jimin quien se acercó y se sentó al lado suyo, con el cabello azul marino pegado a la frente gracias al sudor que brotaba de sus poros. Se pasó la mano por el cabello, llevando los mechones hacia atrás dejando su frente expuesta.
A Bogum se le hizo atractivo ver los pomposos labios del joven entreabiertos, jadeando por aire.
"¿Por qué no bailas Bogum-ssi?" le pregunto con voz ronca.
De cierta forma Jimin estaba más... ¿deseable?
Sin embargo, el pelinegro respondió encogiéndose de hombros.
"No lo sé, no es lo mío"
"Tsh" el peliazul chasqueo la lengua. "Casi nadie sabe bailar, ¿no ves a Namjoon hyung bailando?"
Sus vistas se desviaron hacia el joven alto dando patada su puños al aire, simulando en su mente una maravillosa coreografía digna de un grupo de k-pop.
"En serio, estoy cansado"
Bogum ya se estaba quedando sin excusas y la mirada insistente de Jimin lo estaba poniendo incómodo. Se removió en la silla sin saber qué hacer.
"Que mal. Porque iba a decirte de que quizás tú y yo podríamos hacer algo luego"
El pelinegro abrió los ojos.
"Ah-no, yo eh-" mierda, ni siquiera podía coordinar una oración.
Jimin se rió inclinando todo su cuerpo hacia adelante.
"Está bien, Bogum-ssi. Sólo avísame" le guiño el ojo y se paró de nuevo, perdiéndose en el mar de gente bailando frenéticamente.
Diablos, Jimin era candente, no sólo cuando se lo proponía, sino todo el tiempo como si el coqueteo fuera parte de su naturaleza. Era tan sutil y atrevido a la vez que era enigmático y estimulaba ir más allá, terminar de conocer lo que le había propuesto.
Le haría bien dejar de pensar en Taehyung por un mísero momento.
Y ese momento era ahora porque las luces se atenuaron y una música lírica comenzó a sonar en el estéreo. Se trataba de aquellas canciones melosas, perfectas para bailar a paso lento en pareja.
Dicho y hecho, las personas en la pista de baile se dispersaron dejando el centro a la pareja de recién casados, quienes se acercaban uno al otro con timidez.
De acuerdo, era su límite. Bogum se paró, disculpándose mentalmente con Taehyung y salió por la puerta principal, con la tarjeta de su habitación rotando entre sus manos.
El camino en el ascensor fue silencioso, casi fantasmal si no fuera por la voz de la computadora que le anunciaba su arribo al piso once. Las puertas de metal se abrieron revelando el pasillo donde se encontraría su habitación, junto con la de los otros padrinos y familiares más cercanos.
Llegó a su puerta y peleó un poco con la maldita tarjeta que no quería entrar en la maldita ranura.
Un carraspeó le hizo dar vuelta. Se encontró con un joven, un tanto más bajo que él vestido totalmente de negro con el cabello gris resaltando con su conjunto.
"Hola" saludó cortésmente. "¿Puedes decirme dónde es la suite matrimonial?" sonrió.
Bogum miró hacia ambos lados, asegurándose que era a él a quien le hablaba. Volvió la vista hacia el chico misterioso quien ladeó la cabeza pareciendo un poco impaciente al no recibir una respuesta inmediatamente.
Tragó duro.
"Piso 21, debajo del penthouse" señaló con su dedo índice hacia arriba. "Pero Taehyung y Jungkook siguen en la fiesta"
La sonrisa que se posó en aquellos labios fue siniestra. El chico quitó su capucha de su hoodie oscuro develando los ojos felinos y la piel pálida que poseía.
"Gracias"
Y se echó a andar por el pasillo rumbo al ascensor.
El pelinegro se apresuró a entrar a la habitación, trabando la puerta y quitándose toda la ropa hasta quedar en bóxers. Estaba decidido a no volver a esa fiesta, que Taehyung lo perdone pero en serio lo había intentado. Levantó el teléfono de la mesa de luz marcando el número de recepción que indicaba en la hoja plastificada a un lado suyo.
"Hola, ¿si?" hablo por el micrófono del teléfono inalámbrico. "¿Puede traer su bebida más fuerte, por favor?"
Bajó la cabeza apenado.
"Todos nos están mirando" susurró mirando el charol de sus zapatos blancos brillar con las luces coloridas que iluminaban el ambiente.
Taehyung se rió.
"Esa es la idea Kook, somos los recién casados"
Jungkook se tensó, aún no acostumbrado a aquella palabra.
Casados. Esposos. Personas legalmente unidas.
No podía procesar en su mente la idea que ahora estaba atado, de buena forma, a Taehyung para toda la vida. Era irónico porque él era un gran defensor de aquellas parejas que deciden pasar sus vidas juntos pero no casarse, y pensaba que era la relación más sana que podía haber para la convivencia.
Y allí estaba, observando el anillo de oro que envuelve el dedo anular de la mano izquierda entrelazada con la del mayor, ambas en alto.
"Auch" se quejó el menor cuando el otro lo piso.
"Lo siento"
Jungkook sonrió y negó con la cabeza.
Ellos suelen bailar así. Había noches en las que Taehyung ponía a rodar su vinilo de Ella Fitzgerald y tomaba al menos entre sus brazos balanceando los pies al ritmo del saxofón, bailando como una pareja de ancianos. Pero eso lo hacían en su departamento, con las cortinas cerradas y sin que nadie se entere. No enfrente de todos como ahora.
Se concentró en los ojos de Taehyung, quien lo miraba con tanto amor y susurraba las letras de la canción.
If you are too good to be true
And would it be alright if I
Pulled you closer.
Jungkook no tuvo tiempo para emocionarse como quería, porque el recuerdo de Taehyung y él bailando por las calles de Seúl, cantándole la canción como lo hacía ahora y luego muriendo cruelmente ante sus ojos, lo golpeó fuertemente generando un malestar en todo su cuerpo.
Miraba a todos lados buscando algún indicio de cómo terminaría la noche, alguna pista, alguna señal. Respiró con desespero.
"¿Qué pasa Kook?" preguntó Taehyung por lo bajo siguiendo con el ritmo suave de la canción, no queriendo preocupar a sus familiares. "Jungkook"
El aludido miró a los ojos de su esposo.
"Tengo un mal presentimiento" admitió con la voz temblorosa.
"Tranquilo, estoy aquí"
Cerró los ojos y juntó las frente. Jungkook copió el gesto dejándose llevar por el momento.
"Lo siento, últimamente estoy paranoico contigo pero te juro que tiene una explicación"
Taehyung rodó los ojos.
"¿Tiene que ver conmigo y le idea que te abandonaré?"
"Si, pero no de la manera que tú piensas" se lamió los labios mirando directamente a los de su esposo.
El pelirrojo suspiró sin entender a qué se refería el pequeño.
"Kook, ahora estoy legalmente casado contigo y no pienso romperlo por nada en el mundo. Tengo un lista de cosas muy largas para hacer contigo y pienso cumplirlas, por lo menos hasta que la muerte nos separe"
Es que, lo que Taehyung no entendía, es que ese es el mayor miedo de Jungkook, que sea la muerte quien los separe.
El menor alzó los ojos, ladeando la cabeza, sus labios fruncidos y las cejas arqueadas por la preocupación. Quería irse a la habitación y encerrarse con Taehyung allí, vigilar toda la noche la puerta con una navaja en la mano si era necesario, y quizás de esa forma, salvar al amor de su vida.
Taehyung notó su cara de desasosiego, y se inclinó hacia la oreja, una altura considerable para poder susurrarle al chico.
"Espera que la canción termine y luego podemos escaparnos a la playa"
Jungkook asintió con la cabeza un poco más tranquilo con la proposición.
Y siguieron bailando al ritmo de la voz melodiosa del cantante, encontrando el silbido al final armonioso. El pelinegro lo miró a los ojos, libres de lentillas, viendo el reflejo de las luces en ellos.
¿Existirían ojos más precioso que aquellos? No lo cree, porque él puede reflejarse en esos ojos. Se ve en y a través de ellos, como un espejo, claro y sincero. Y se perdió en esa mirada, en esos ojos que no eran ni verdes ni azules, sino oscuros como el cielo de la noche; no tenían la típica forma que cumplía los estándares de la sociedad; y si no fuera por el maquillaje alrededor quizás se notaban las ojeras y líneas de expresión, pero para Jungkook, diablos, eran los ojos más bellos del mundo, de su mundo.
Se alivió cuando otras parejas se unieron a la pista de baile cuando la canción cambió, los padres de Taehyung y los de Jimin, sus tíos y tías, y alguno de sus amigos con sus novios y novias. De repente se volvió un poco tedioso seguir bailando debido a la aglomeración de personas.
Era el momento perfecto para escaparse.
Jungkook tomó la iniciativa, afianzó el agarre de la mano de Taehyung y zigzagueo entre las personas arrastrando a su esposo por detrás hasta salir de la marea de invitados. Nadie parecía notar su huida, nadie salvó un joven vestido de blanco cerca de la mesa dulce, engullendo lo que parecía ser una tarta de crema.
Seokjin levantó la copa de vino hacia Jungkook dándole a entender que brindaba en su honor. El pelinegro rodó pero con una pequeña sonrisa en los labios.
"¿Vamos?" miro a Taehyung.
La arena mojada entre sus dedos se sentía extraña, pero ninguno de los dos quería arruinar el calzado, así que prefirieron llevarlos en sus manos libres, aquellas que no estaban entrelazadas y caminar a la orilla del mar descalzos.
Bueno, Taehyung vivía descalzo así que eso no era nuevo para él, pero Jungkook huía dando pequeños saltos cada vez que el agua salada amenazaba con tocarle los pies. Mientras tanto, el mayor se reía por lo infantil que se veía.
"Vamos Kook, es agua"
Pero el menor chillaba y le soltaba la mano a su esposo para correr fuera del alcance del maligno mar que amenazaba con arrastrarlo hasta sus profundidades.
"Eso es porque a tí no quiere ahogarte para llevar a conocer a Poseidón"
"Kook, nadie quiere llevarte a ningún lado"
Una vez que la marea bajo, Jungkook volvió a tender la mano a su esposo quien la recibió con una sonrisa en el rostro poco perceptible bajo la luz de la luna.
Porque esa era la única iluminación.
A lo lejos se veían las luces coloridas del salón de fiesta, y dónde ellos estaban, ni un alma rondaba por aquella zona, algo tranquilizante e inquietante al mismo tiempo. Decidieron acostarse en la arena sin importarle ensuciar los inmaculados trajes que ambos portaban.
"Ten cuidado, tenemos que usarlo en las bodas de oro" acotó Taehyung con una sonrisa en el rostro.
Jungkook se acurrucó en su pecho observando el paisaje que se extendía ante sus ojos. Las olas del mar perdían nitidez a medida que se acercaban al horizonte, iluminadas por la luna llena que se alzaba en lo alto, alba e impotente.
"Esto es..." hablo el mayor. "Irreal, ¿no lo crees?"
"Hmh" le contestó su esposo sumido en la majestuosa vista.
La cabeza de Jungkook estaba apoyada en su pecho en la altura perfecta para escuchar los latidos del corazón. Ese suave golpeteo le transmitía una paz inexplicable, porque eso significaba que Taehyung estaba bien, vivo. Y estaba con él en ese mismo instante, acariciándole la espalda con parsimonia.
Jungkook llegó a la conclusión que no deseaba estar en otro lado del mundo.
"¿En que piensas?" pregunto acariciando las costillas de su esposo y apartándose un poco para poder mirarlo al rostro.
"En ti" susurro el mayor como respuesta produciendo que Jungkook sonría torpemente. "Siento que fue ayer cuando mi madre abrió la puerta sin tocar y yo te estaba metiendo lengua hasta el esófago" se rió.
Jungkook le lanzó un manotazo en el pecho con la mano izquierda.
"No lo digas así"
Taehyung atajó la mano en el aire cuando esta amago en golpearlo de nuevo y la sostuvo frente suyo. Cerró los ojos y acercó el dedo anular a sus labios, besando el anillo de oro. Bajó la vista observando los ojos de Bambi de su esposo mirando en su dirección.
"Este es el momento más hermoso de mi vida, y solo es la primer parte"
Jungkook sonrió mostrando la hilera de dientitos de enfrente.
"Tenemos muchas cosas que hacer"
"Primero tomar un avión a Egipto mañana a la mañana" acotó el mayor haciendo alusión a la luna de miel. "Y luego..."
Reforzó sus brazos alrededor de la cintura de Jungkook, acercándolo más a su cuerpo, a escasos centímetros de tocar sus labios. Se tumbó un poco de lado para poder admirar el rostro en su totalidad, alzó la mano libre y le corrió el mechón ondulado de la frente.
"Luego, tenemos toda una vida por delante Kook"
Jungkook suspiró con pesadez.
"Escuché que tienes una lista"
"Hmh" asintió el pelirrojo con una sonrisa. "E incluye viajar por el mundo, adoptar un perro y tener hijos" por impulso apoyó la palma en el abdomen plano del chico. "Si pudieras concebir ya te hubiera embarazado cinco veces, mínimo"
Jungkook le apartó la mano, con las mejillas rojas de vergüenza.
"No, gracias. ¿Cinco pequeños corriendo por la casa? No estoy preparado para aquello"
Soltó una carcajada ante la idea de Taehyungs diminutos, sucios e hiperactivos, destruyendo el departamento y él parado en una córnea, mirándolos con una sonrisa tonta en el rostro, como la que tenía ahora.
Se mordió el labio inferior cuando escuchó a su esposo reír.
"Te encantaría" le remato acariciando el pómulo, más precisamente esa pequeña marca que Jungkook siempre se empeñaba en ocultar. "E imagínate peleando con los minis Jungkook"
"No es algo que desee presenciar"
Ambos rieron por la imagen mental acerca de la familia en común que se proyectaban en su mente.
"Acaso..." dijo el menor un poco avergonzado agradeciendo que la poca iluminación no delate el rubor en su rostro. "¿La lista incluye tener sexo en la playa?"
Taehyung alzó una ceja mirando los indefinidos rasgos de su esposo.
"No, pero puedo agregarla" se inclinó para besar sus labios. "Podríamos comprar una casa en cerca del mar y tener sexo en la playa a todas las noches"
Jungkook río cuando su labio inferior se vio atrapado entre los dientes del otro.
"¿Te olvidaste de mi extremo miedo al agua?" le siguió el juego de pequeños picos entre palabra y palabra.
Le rodeó el cuello con los brazos, apoyando la espalda en la arena, sintiendo el frío del suelo traspasar la delgada tela de su camisa. Abrió las piernas recibiendo las caderas de Taehyung quienes se amoldaron al instante a aquel espacio, como si sus cuerpos hubieran sido hechos uno para el otro; y lo besó, dejando que sus labios se fundan entre sí, respirando profundo y sólo separándose cuando el aire les falto.
"No dejaría que nada te pase" musitó Taehyun por lo bajo, lo volvió a besar y se separó para acotar algo más. "Moriría por tí"
Jungkook abrió los ojos y recibió el siguiente desfiladero de besos distraído, con la mirada fija en el cielo.
Hundió los dedos en el cabello rojo cuando el chico arriba suyo ladeo la cabeza dirigiendo los besos a su cuello, jadeando al sentir sus dientes mordiendo la fina piel debajo de su oreja. Taehyung se separó al sentir su lengua entrar en contacto con el sabor metálico de la cadena de plata que envolvía el cuello de su amado. Miro la piedra azul en el medio de la laja, reconociendo al instante de dónde provenía aquella joya. Sonrió extasiado porque desde pequeño sabía para qué estaba destinada ese dije, el recuerdo de la voz de su abuela repitiendo que debía entregárselo una vez que hubiera hallado a la persona con la que quería pasar el resto de sus días.
"Tae" susurró el menor.
Taehyung rodó los ojos hasta lo de su esposo sintiendo la mirada de tristeza dirigida hacia él.
"Por favor abrázame fuerte" dijo con voz rota y los ojos llorosos. "Y nunca me dejes ir"
Taehyung trastabilló al abrir la puerta, porque el menor lo estaba besando con más intensidad que nunca. Arrastró el cuerpo que colgaba de su cuello dentro de la habitación y cerró la puerta azotando el delgado cuerpo sobre la madera.
Jungkook gimió excitado por la fuerza usada en él.
El calor de la boca ajena volvió a la suya, robándole la respiración y obligándolo a jadear en busca de oxígeno. Llevó las manos al pecho de su esposo, demasiado molesto con la camisa de satín que le impedía tocar la piel del mayor.
"Maldita camisa de mier..." dijo luchando con los botones considerando rasgar la tela de lo desesperado que estaba.
Taehyung se rió.
Lo volvió a besar pero cuando la luz de la habitación se prendió ambos se separaron al instante, mirando hacia el sofá del otro lado de la habitación de dónde provenía la luz.
Había una figura sentada en el sofá individual a un costado de la ventana con las piernas cruzadas, vestido completamente de negro y el cabello gris libre y desordenado.
Por instinto, Taehyung escudo a Jungkook detrás suyo.
"Buenas noches"
Ambos se congelaron al reconocer el tono de voz proveniente de la persona en las sombras.
Taehyung alzó la mano, tanteando en la pared el interruptor de la luz hasta que lo sintió, encendió la luces revelando la identidad del chico sentado a unos pocos metros de ellos.
Abrió los ojos del asombro.
"¿Yoongi hyung?"
El peligris soltó un risa sin gracia, sacudiendo la cabeza de lado a lado chasqueando la lengua contra el paladar.
"Espero que la hayan pasado bien" hablo con voz más grave y rasposa de lo que la recuerda.
El pelirrojo tragó con fuerza, buscando la mano de su esposo a su espalda.
Por otro lado, Jungkook pareció ganar coraje, lo suficiente como para sostener la mirada con la misma intensidad empujando la lengua contra la mejilla interna. Claramente estaba aterrado porque los ojos del mayor aún sentado eran gélidos y sin vida, pero tener a Taehyung a su lado le inculcó valentía.
"¿Qué haces aquí?" habló con voz dura sorprendiendo a su esposo.
Yoongi sonrió siniestramente.
"Ah, ya tenía que hablar el niño rata" apoyó ambas palmas sobre los apoyabrazos del sofá. "¿Por qué no vuelves a tener catorce y cierras el pico como lo hacías antes?" se impulsó con las manos apoyándose sobre sus pies, tambaleando un poco al erguirse completamente.
"Yoongi hyung" hablo Taehyung con tono más calmado al ver la apariencia descuidada del mayor. "¿Podemos ayudarte?"
El mayor abrió los ojos enseñando la esclera totalmente roja e hinchada, los labios los tenía secos al igual que la piel cubierta de pequeñas manchas marrones.
"Tu me invitaste Taehyung, ¿lo recuerdas?"
Jungkook entornó los ojos hacia su esposo.
"¿Lo invitaste?"
Taehyung tembló en el lugar recordando que quizás se había cruzado con su hyung meses atrás, caminando por las calles de Seúl rumbo a su trabajo, y que tal vez hizo una leve mención de la boda.
"Si, pero no creí que en serio vendría..." se defendió por lo bajo sin apartar la vista del hombre delante suyo.
"Bueno ya sabes, dicen que en Jeju se consigue la mejor heroína del país y pasaba por aquí cuando recordé que la mayoría de mis ex conocidos se hospedaba en este hotel. Y la persona que arruinó mi vida se estaba casando"
Jungkook se tensó, pero no abandonó la mirada del otro. Yoongi sonrió al ver que había logrado asustar al menor.
"¿Qué pasa Jungkookie? No eres tan valiente, ¿no?" se pasó la lengua por el labio superior. "Pero si lo fuiste cuando me separaste de Jimin"
"Yo no hice nada, sólo le dije la verdad" gruñó entre dientes. "Que tú seas una basura de ser humano no es mi culpa"
"¿Yo?" Yoongi se rió con esmero, la carcajada siniestra haciendo eco en toda la habitación. "¿Yo soy la basura de persona? Por favor Jungkook, me sorprende que Taehyung no te haya dejado todavía. Eres la persona más egoísta y engreída de todo este puto-"
"Yoongi" intervino Taehyung.
Detrás suyo, Jungkook respiraba fuerte controlando las ganas de cruzar la habitación y romperle la cara a golpes. El menor descolocó la quijada realmente furioso.
Taehyung fue más inteligente, intentando calmar a la persona visiblemente drogada.
"Yoongi hyung, por favor. Cálmate, dinos cómo podemos ayudarte y lo haremos"
Se rió.
"Taehyung mantente fuera de esto, tú me caes bien no como el imbécil de tu novio. O debería decir... ¿esposo?" alzó una ceja. "Es gracioso porque Jimin siempre hablaba de lo celoso que estaba y como quería casarse antes que ustedes"
El pelirrojo parpadeo apelando nuevamente a su voz serena.
"Hyung, ¿qué haces aquí? Nosotros-"
Amago con acercarse pero se cortó cuando Yoongi llevo las manos detrás de ella espalda y de su pantalón saco un objeto negro.
La pareja abrió los ojos cuando reconoció el brillo del arma en la mano del peligris.
Ambos retrocedieron trastabillando entre sí, Jungkook empuño temblando la camisa de Taehyung mientras que él se aseguraba que el menor permaneciera detrás suyo.
"Jungkook" habló en seco haciendo que los ojos del nombrado se llenen de lágrimas. "¿Cuánto fue lo máximo que viviste separado de Taehyung? ¿Un día?¿Una semana? ¿Quizás dos?" blandió el arma mirándolo fijamente. "¿Tú sabías que Jimin fue la única persona a la que amé en toda mi vida y tú me la quitaste?"
"Yoongi..." susurró Taehyung atemorizado.
"¿Sabes hace cuánto Jimin ni siquiera contesta mis llamadas? Dos años" siseo con desprecio acercándose a la pareja quien retrocedía cada vez más. "Y estoy seguro de que así será toda la vida, ¿tú puedes vivir toda la vida sin Taehyung?"
Jungkook se empezó a desesperar cuando su espalda chocó contra la pared.
"Yoongi hyung, por favor. Perdóname" dijo entre lágrimas.
Incluso Taehyung lloraba del miedo.
"¿Sabes lo que se siente perder al amor de tu vida?"
Alzó el arma apuntando al pecho del pelirrojo quien sollozaba sonoramente.
"Yoongi por favor, no..."
"¿Sabes lo horrible que es...?" las lágrimas corriendo por sus mejillas no lo dejaron terminar, el arma comenzó a temblar debido al zarandeo de su mano.
No quería hacerlo, no quería lastimarlo, no a Taehyung; pero la voz en su cabeza se lo decía.
Hazlo. Hazlo. Hazlo.
Dejándose llevar por la voz de su hermano retumbando en su mente, apuntó asegurándose de dar al objetivo y puso el dedo índice en el gatillo.
"Lo siento"
Y curveo el dedo presionando la pequeña palanca que permitía disparar el arma calibre.
Jungkook cerró los ojos al escuchar el sonido sordo estallar en sus tímpanos. El estallido dejándolo desorientado por un par de segundos, parpadeo fuerte tratando de situarse en espacio y tiempo. El arma había sido disparada, en su dirección. Bajo la vista hacia su pecho encontrándose con su camisa blanca impecable, sin sangre, sin algún agujero; y claro porque el cuerpo enfrente suyo era quien se desvanecía en el piso. Eran las rodillas de Taehyung quienes cedían y dejaban que el cuerpo del chico retumbe contra el suelo de la habitación con un sonido desagradable.
"Taetae" susurró Jungkook al ver su esposo tendido en el suelo.
Alzó la vista al atacante contrayendo su rostro por el llanto temiendo ser el siguiente y acompañar en la muerte al que suponía ser su compañero de vida.
"Yo-yoongi h-yung" lloriqueo.
Pero el mayor dirigió el caño del arma a su propia sien, presionando contra la piel sensible.
"Lo siento, Kook"
Y dejó caer otra cascada de lágrimas antes de jalar gatillo esta vez contra su propia cabeza.