La presencia de dos lunas superiores y sus respectivos niños se encontraban en un cuarto de repente se escucho el sonido de una biwa transportándolos a otra dimensión teniendo arriba de ellos a Muzan quien tranquilamente apuntaba algo en un libro.- Veo que ambos están llenos de energía, espero no haya sido un problema el tenerlos bajo su mando.
-Muzan-sama, al parecer ambos han crecido sin problema alguno y por mi parte no he tenido muchas complicaciones .- hablé con seguridad puesto que en estos años solo el buen rendimiento de Yune, vi como el rubio iba hablar pero fue interrumpida por la pelinegra.
-Buenas noches Muzan-sama, me alegra saber que esta satisfecho con nuestro rendimiento, espero no poder defraudarle.- finalizó con una sonrisa, temí un poco por ella ya que al amo no le gusta que interrumpan.
-Oh Yune, realmente tengo grandes expectativas en ambos, serán personas muy fuertes.- logré ver de reojo como Douma se sorprendía por eso, aun así nos mantuvimos firmes.- Muy bien Douma que es lo que me ibas a decir.- Jiro se mantenía en silencio esperando que su tutor diga algo también.
-Bueno quería saber cuando es que hará los cambios de tutores, no lo digo en forma de queja sobre mi buen Jiro, es solo que el esta aprendiendo a usar la espada y tengo entendido que Yune al igual que Akaza-dono usan luchan cuerpo a cuerpo. me gustaría que el travieso aprenda también ello.- al terminar lo miré y me dedico una sonrisa... Eres un bastardo.- ¿No lo crees Akaza-dono?
-Yo solo haré lo que me pida Muzan-sama.- trate de calmarme, sabia que lo estaba haciendo con intenciones de fastidiarme, saber lo que le puede hacer a Yune es inquietante.
Nuestro mayor estaba pensando ya que esa situación puede ser algo difícil, ambos esperamos una respuesta suya hasta que finalmente decidió hablar.- La verdad es que eso es una buena idea Douma pero a ambos les costará mucho controlarse y saben a lo que me refiero. Harán sus cambios cuando ambos hayan cumplido los catorce años. Aprender ambas técnicas de combate para adaptarse a cualquier situación.- Vi que su vista se dirigio a los dos pequeños que se encontraba en medio de nosotros.- Antes de que lo olvide, también tienen la obligación de buscar el lirio azul. Ahora si pueden retirarse.
- Como usted diga Muzan-sama.- hablamos a la par, al finalizar estuvimos devuelta en el templo de Douma.
- Bueno es hora de irnos Yune, despídete de Jiro.- me di la vuelta para partir. Escuche sus pasos alejándose de mi así que gire la cabeza para verla.- Ehhhhh
-La verdad es que me gustaría pasar mas tiempo a lado de Jiro y Douma, pero sera en otra ocasión.- dicho este fue abrazar a Jiro y este dudo en corresponder el abrazo, luego fue en dirección al rubio y lo abrazó por el cuello- Nos veremos luego Douma-dono.- dicho eso fue corriendo hacia mi para tomar mi mano.- Estoy lista Akaza, vamos a casa.- me dedicó una sonrisa.
Fuimos camino a la cabaña en silencio hasta que una pregunta rompió el silencio.- ¿Qué exactamente quiere que hagamos Muzan-sama?-. No entiendo como es que los niños hacen preguntas sin fin.- ¿Qué podrían hacer solo dos niños por él?.
- Ustedes son pequeños y tienen potencial, estando juntos son aun más fuertes y van a llegar muy lejos, es más creo que mas alto que nosotros.- La verdad siento que esto es un plan suicida, pude que ellos un día se pongan a nuestra contra. No respondió después de lo que dije parecía estar perdida en sus pensamientos. Me gustaría saber que es lo que piensa, normalmente los niños piensan en dulces, juegos o amigos, pero ellos dos están siendo criados para asesinar.
Pasó una semana y tenia una misión muy importante así que encargue a la pequeña a la luna superior dos, sé que estaría muy bien con su hermano.
~En el templo~
Ambos niños platicaban sobre la comida especial de Douma-dono con el fin de ir al exterior y poder recolectarla.- Se supone que son especiales para él ya que solo las consigue lejos del templo, tienen la forma de una araña pero no se que color me había dicho.- Pero antes de que responda me entrego una mascara de gato.- Usaremos esto para que nadie nos descubra.
-Bueno entonces hay que buscarla para que ya no se vaya esta noches.- sonreí para empezar nuestra pequeña misión, nos escabullimos muy bien para que los sirvientes no se dieran cuenta de nuestro escape.- Tú iras por el sur y yo al norte, recuerda no demorar mucho sino se darán cuenta de nuestra ausencia.- Asintió para luego marcharse y desaparecer entre los arboles. No sé cuanto tiempo estuve entre la oscuridad pero luego de un momento pude sentir unos pasos corriendo, así que fui en su dirección era la señorita Kotoha quien corría desesperada, no tuve tiempo de pensar simplemente fui corriendo tras ella para ayudarla.- Señorita Kotoha ¿Se puede saber de que huye?- pude tomar el ritmo en que corría así que solo escuche entre su enorme cansancio "Un pueblo, ayuda un pueblo", sabia exactamente de la ubicación de uno ya que con Akaza siempre venimos caminando al templo, tome su mano y la guié hasta donde quería ir, me alegra que la haya encontrado ya que si seguía ese camino probablemente hubiera caído al barranco con el pequeño Inosuke.
Sentía que alguien iba tras nosotras así que aceleramos más el pasó para llegar, pero en un mal pasó Ella resbalo y se golpeó fuertemente la cabeza, en un movimiento rápido puse sujetar al bebé. Escuché pasos y vi llegar a alguien, quien nos miraba fijamente.
- ¿Se puede saber que hacen por el bosque solas?- Un hombre quien no paraba de llorar trato de ayudar a la señorita Kotoha, al ver su estado la cargó. Sentí en el fondo de mi ser que el era de fiar.
- No es tiempo de preguntas, lleva a la señorita al pueblo más cercano y también a su pequeño por favor, yo regresaré a casa así que no te preocupes.- dicho esto fui por donde regresé, no pienso dejar morir a nadie y daré mi vida por aquellos que son puros. No logré toparme con lo que sea que nos venia siguiendo, me apresuré en ir al templo. A unos solos metros pude ver que estaba cerca hasta que me llamaron.
- ¡YUNE! Al fin te encontré, como puedes darme un susto así, Akaza-dono me mataría si se entera que te saliste.- se agachó para abrazarme y preguntarme si estaba bien a lo que asentí, le conté lo sucedido y se puso muy triste, pues había perdido a su querida amiga. Me dispuse a entrar y vi a Jiro en la entrada esperando por mi, pero se asustó al ver a Douma conmigo, así que trató de esconder la mascara lo antes posible.- Al parecer ambos se salieron sin permiso ¿Tienen idea de lo peligroso que es ir por el bosque en la noche? Hoy perdí Kotoha debido a que también decidió explorar el bosque.
La cara de Jiro cambio totalmente a una de frustración y tristeza, sabia que ya no vería mas a la señorita con quien pasó su vida tanto hasta que sentía como si fuera su madre.- No se va a repetir esto, yo tratare de calmar a Jiro, que tenga una linda noche Douma.
~Ocho años después~
Golpe...
Golpe...
Golpe...
Esquivo...
-Es una desventaja que estés sin una katana, te dejaré una buena marca.- estaba por dar la ultima en su espalda. pero rápidamente se dio la vuelta.
- No es necesario tener un arma para dejarte en el suelo hermanito.- sentí como el aire se me escapó con fuerza- si vas a pelear hazlo con la mente serena o vas a morir en un abrir y cerrar de ojos.- no pienso quedarme en el suelo como un tanto, tome la katana y con todas mis fuerzas la impulsé hasta su pie, pensé que llegó a esquivarlo pero vi que le proporcioné un pequeño corte.
- Te equivocas Yune, también es necesario poseer un arma si quieres asesinar más rápido al enemigo.- Dio unos pasos lejos de mi y solo sonrió por el corte ¿Es que acaso esto es gracioso?- Por qué estas sonriendo, pareces una loca.
-Es un ligero corte, como ves sigo de pie- se acercaba poco a poco para finalmente posar su mano en mi hombro.- pero tú, Jiro, estas exhausto y terminaste en el suelo.- Abrí por completo mis ojos, tenia razón a comparación de ella mi cuerpo uso toda su energía y logro derrumbarme, esto es la guerra.- Tranquilo, ya llego el momento de que Akaza-dono te enseñe y sé que lograrás darme un buen golpe.- estiró su mano y la tomé para que pronto tengamos otra pelea.
Al parecer hoy iría a vivir con Akaza-dono y aprende a usar ataques de corto alcance, pelear cuerpo a cuerpo, estoy dispuesto a superar a Yune sea como sea. Vi como ella llegaba a lado de el pelirosa, hasta llegar a mi y me abrazó muy fuerte, a veces siento que ella siempre será una niña tonta, pero eso nunca quitará el cariño que siento por ella. Correspondí su abrazo, era cálido y poseía un aroma a durazno.- Te prometo que me haré mas fuerte y poder derrumbarte, para así poder cuidarte.- pude ver su sonrisa ensancharse para asentir y soltarme.
-Eso espero hermanito, estoy segura de que lo vas a lograr ¿Verdad Akaza-dono?- vi como él asentía y con un abrazo se despidió de Yune.- Espero que ambos vengan a visitarme o me enojaré mucho.- dicho eso ambos nos retiramos del templo.- Entonces ¿Por donde empezamos?
- Artes marciales todos los días, vas a entrenar muy duro y ganar más masa muscular, habrá días en que no esté en casa así que vas aprender a cocinar.- así que Yune siempre cocinaba para ella, que duro para alguien que vivió en brazos de la servidumbre.- Tranquilo cocinar no es difícil, hay una cabaña cerca con una señora que podrá ayudarte.
Al paso de las semanas me di cuenta que entrenas con él era muy duro, los descansos eran más en el amanecer y satisfacer mi hambre era mas difícil puesto que era mi deber cocinar aunque a veces la señora Kima me invitaba a comer. Estoy dispuesto a soportar esto con tal de proteger a Yune y romper de mejor forma las expectativas de Muzan.