SANGRE DE LA LUNA

By madoracerezo

32.4K 2.2K 104

Además de ser una chica independiente, altruista y audaz, Magena es una TearDrop, una descendiente directa de... More

¡ANTES DE LEER!
PROCESO DE EDICIÓN COMPLETADO
PREFACIO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 12

880 91 5
By madoracerezo

Me senté en el sofá y encendí el televisor. Puse el canal de cocina y apunté un par de recetas en una pequeña libretita que había donde Nils apuntaba los códigos de la consola.

―Esta noche tienes turno con Nils ―me sobresaltó el alfa―. Rondareis por tu casa un par de horas y aseguraréis el perímetro.

Suspiré.

―No puedo, Anahu ―me fulminó con la mirada―. Voy a volver con Benji unos días.

―Esta noche no ―dijo con su voz ronca―. Harás la guardia y ya veremos si vuelves a marcharte. No puedes ir y venir a tu antojo, somos una manada y la manada permanece siempre junta. Te he dejado estas veces aun no queriendo que te fueses porque pensaba que quizá lo necesitabas. Al principio era asombroso cuan fuerte eran los lazos que no querías que la manada se rompiese. Ahora me he dado cuenta que ya no importa si Ben está con nosotros o no, ya es tu excusa de vía de escape. Déjame decirte, Magena, que estás equivocada. Ben no es ninguna clase de válvula. Aun así, tampoco soy tu madre para decirte a qué hora debes volver a casa, no quiero atarte con una correa (en el sentido metafórico) pero si tengo que hacerlo lo haré. Vas demasiado a tus anchas y te lo he dejado pasar demasiadas veces. ¡Tienes catorce años y ya has gozado de más privilegios que cualquiera de nosotros! No debería haberte dejado marcharte porque si Nils o Shasta estuviesen en tu lugar, no les habría dejado ni la primera vez ―asentí con la cabeza―. ¿Eres consciente de la libertad que has estado teniendo? No es favoritismo, ni mucho menos, así que ahora se te ha acabado eso de irte y venir cuando te plazca. A partir de ahora nos serás fiel, ¿entendido? Y acatarás mis órdenes sin rechistar, que soy el alfa y aquí mando yo. 

Asentí desviando la mirada del televisor dónde estaban dando un programa y no dije nada al respecto. Quizá el alfa sí tuviese un poco de razón al decir que ya no me era del todo prescindible que Ben estuviese con nosotros o no. Tal vez si me estuviese aprovechando un poco de la situación.

―Si quieres mañana puedes volver a tu casa ―abrí los ojos como platos―. Lo más seguro es que esta sea la última ronda. Yo ya me tengo que preparar para la universidad y Shasta y Dave se van a mudar a Carolina del Sur, al apartamento de la familia de Spencer. No acabará su último curso en el instituto, creo que irá a uno de allí. Nils acabará sus estudios y Spencer se marcha un tiempo a Phoenix, ha encontrado un buen curro. Si lo prefieres puede quedarte aquí, claro. ―añadió.

«Vaya... Todos con planes...» Pensé.

―Tranquilo, me iré a casa con mi familia. Les explicaré lo sucedido con Koda y lo comprenderán. Ellos ya sabían que iba a suceder, por eso se marcharon, para darme tiempo. ―hablaba con un hilillo de voz―. Entiendo porque lo hicieron.

Anahu suspiró mientras cerraba los ojos.

―Nosotros ya lo sabíamos. Como también sobre tu transformación ―baje el sonido del televisor―. Hacía unos meses que lo sabíamos excepto Nils, se lo ocultamos porque es un bocas y te lo habría contado en clase.

Sonreí de lado y suspiré.

― ¿Quieres hablar de Koda?

―Mejor no... Prefiero sufrir en silencio, se me da bastante bien ―musité.

― ¿Sabes dónde está Benji? ―preguntó el alfa.

Me encogí de hombros y dije:

―Más o menos ―mentí.

Claro que lo sabía pero no era tan estúpida como para revelar el paradero de mi amigo. Le había prometido no decir nada, ni siquiera que tenía familia en Virginia.

―Benji es un buen tío... Legal, cabezota y dramático... Es como es y siempre le ha gustado vivir al margen. Es bastante sensible y le gusta exagerar demasiado las cosas. Parece osco y frío pero en realidad es como el algodón de azúcar, pegajoso y rosa. Ha pasado por muchas cosas, al igual que todos... Yo el rechazo por parte de mi familia, Ben por esto del amor, Spencer por su padre y los Wood bueno... Shasta por su forma de ver las cosas lo pasa mal además de que antes de que tu llegases apenas se comunicaba con la manda y Nils la apoyaba todo el tiempo.

Suspiré y me crucé de piernas en el sofá, como los indios. 

―Me voy a ver a Wanda y a Meeko.

Sonreí y le despedí con la mano desde el sofá del salón de la cabaña.

El alfa de la manada, Anahu, volvió hora y media más tarde con una sonrisa impasible en el rostro. Parecía feliz, cosa que en todo el tiempo que lo conocía nunca lo había visto igual de bien.

―Vaya... Ha ido bien, ¿cierto? ―asintió varias veces con la cabeza.

―Wanda me ha conseguido un apartamento a buen precio a treinta minutos de la universidad y a quince del trabajo que me ha encontrado su marido.

―Supongo que sí ―reconocí mientras apagaba el televisor―. Ya era hora de que las cosas se normalizaran un poquito... Ha sido un verano bastante extraño.

―Sí, creo que estás en lo cierto pero tampoco ha sido tan malo. Sí, hemos perdido a un hermano pero luego estás tú... ―forcé una sonrisa―. Luego tus hermanos y eso... Dejaré definitivamente la manada, serás tú la nueva alfa y nombrarás a quién quieras tu beta. Quedaréis tú y tus hermanos además de Nils. Los demás se irán acercando a echar un ojo pero ya ves... Parece que las cosas están empezando a cambiar y por fin nuestra condición no parece influir en nuestro estilo de vida.

Reí.

― ¿Yo alfa? Por favor, si ni siquiera sé hacer bien de beta, y no hay que hacer nada, ¿cómo voy a ser la líder? ¡Es de locos!

―Un poquito de locura sí que es...

―Es un cargo que me estará un poco grande, ¿no? Quizá Spencer...

―No ―me cortó―, Spencer se marcha a Phoenix una temporada. Además yo me marcho mañana por la noche; pues el verano está llegando a su fin y he de instalarme. Tengo que comprar algunas cosas, arreglar unos asuntos... ¿Sabes dónde puedo comprar un micro-ondas?

Reí. Sabía que estaba preparado para irse y hacer que todo cambiase pero... ¿tan pronto? Con eso no contaba yo. Pensaba que tardaría aún una semana, quizá cinco días pero... ¿al día siguiente? Era un poco pronto, ¿no? Algo precipitado.

―Shasta y Dave se han ido esta mañana... ―me dijo, forzando una sonrisa.

―Ya lo sé. Me despedí de ellos cuando desayunaba.

Recordé sin ganas como les había deseado suerte a la pareja mientras me tomaba mi zumo de naranja recién exprimido. Estaba bebiendo cuando ellos aparecieron por la cocina para despedirse en breves palabras.

Media hora más tarde, cuando empezaba el programa de bricolaje, Anahu me preguntó por él.

Suspiré y repetí el nombre varias veces en mi mente. Lo echaba de menos, sobre todo por las noches pues sentía sus pupilas mirarme con detenimiento, como si me estudiasen meticulosamente y había veces que resultaba ser muy incómodo.

―Bueno, Koda y yo lo hablamos... Volverá cuando crea que sea conveniente y siempre puedo ir yo a Elk City ―confesé.

―Has madurado este verano ―admiró Anahu―. Esta noche será la última antes de que todo cambie. Será una manada de dos y luego de cuatro con tus hermanos. Debéis de vigilar el bosque y echarle un vistazo a Dasan de vez en cuando aunque ya sabes, eso es una decisión tuya, alfa.

―Sí bueno... No estoy muy segura si quiero serlo o no... ¿No me va a quedar ancho?

Aquellas palabras me recordaron a todas aquelles veces que yo había intentado persuadir a mi amigo Ben de que debíamos de permanecer juntos; unidos. Para mí, en mi interior, dentro de la manda de la tribu pertenecía en esencia a la de Ben. Benji y yo éramos una manada dentro de otra más grande.

―Eso no se sabrá hasta mañana, claro ―respondió con alegría y sonriéndome―. Deberías buscar a Benji un día de estos...

Asentí con la cabeza lentamente un par de veces y lo miré de soslayo. Suspiré y señalé la cabaña.

― ¿Y qué hago con esto?

―Puedes hacer lo que quieras; quedártela o quemarla. No es importante aunque yo que tú la conservaría... Al menos como cuartel de la manada, como refugio... No sé, como tú veas.

La verdad es que era una buena idea, un refugio...

―Mañana me instalaré de nuevo en mi casa, será lo mejor...

Suspiró y dijo:

―Prepárate, en media hora estará Nils listo para entrar en fase y tú deberías dejar algo de ropa en la entrada.

Sí, eso era una de las pegas más comunes hacia nuestra especie; la ropa. Cuando entras en fase no piensas a dónde irá a parar y es sencillo, simplemente se hace girones sin que te des cuenta y cuando vuelves a tu forma humana simplemente estás desnuda en medio del bosque o de dónde sea. Otra razón por la que lo odio es que ya era la única chica y que me viera Nils, el chico de mi clase pues no era una idea que me agradase mucho.

Sentí la sangre hervir, temblaba y sufría espasmos continuos. Noté como mis huesos se agrandaban y mis músculos se tensaban. Era una sensación un poco molesta pero después de todo acabas acostumbrándote al dolor o simplemente te vuelves inmune a la transformación.

― ¿Preparada? ―pensó Nils.

―Nací lista ―le aseguré sonriendo de lado mostrando una larga hilera de dientes blancos como la cal―. Todo va a cambiar...

―Esperemos que para mejor.

Y dicho eso empezamos a correr por el bosque atentos por si veíamos alguna cosa extraña. Sentía el aire en mi rostro y una gran sensación a libertad.

Spencer se va mañana... ¿Irás a despedirle? ―pensó el chico.

¿Cómo no iba a despedirme? La primera vez que me transformé, cuando volví a mi forma humana me explicó y me puso al tanto sobre lo que sucedía en la manada. Fue el primer chico de verdad que entró a mi cuarto y el primero en hacerme sentir parte de algo; sentía que le debía todo a ese muchacho.

Claro. ¿Qué va a pasar con nosotros? ¿Seremos una manada de dos?

Respecto a la primera pregunta... No lo sé, supongo que al menos una vez a la semana vigilaremos y creo que es un sí para la segunda hasta que tus hermanos pequeños hagan el cambio. Y... ¿Qué piensas hacer con la cabaña?

La dejaré, será un refugio o algo... Puedes quedarte si quieres ―le animé―. Yo vuelvo a mi casa con mi familia. Ha sido un verano bastante raro y quiero asentarme un poco para empezar el curso pisando fuerte.

Sí, yo también vuelvo a mi casa. Mis padres están de bajón por que Shasta se haya pirado con su novio. También quiero empezar bien el curso y más fuerte que nunca. Seguramente vaya alguna vez con Nakoma...

Hacía tiempo que no escuchaba mencionarla.

Hazlo si quieres, pero que todo esté ordenado ―le advertí soltando una carcajada seguida de unas cuantas más seguidas por su parte.

A sus órdenes... ―masculló el chico.

Y entonces recorrimos el perímetro.

Desperté cuando los primeros rayos de sol impactaron en mi rostro. Gruñí. Había dormido poco y tenía que estar a las nueve en casa pues ayudaría a mi madre con el traslado de todas las cosas.

―Buenos días ―me saludó Nils mientras metía los videojuegos en una mochila negra―. Me voy hoy a mi casa. En un par de días volveremos a la rutina del instituto... Volverás a ser la protegida de Caleb y la mejor amiga de Jules; todo volverá a la normalidad.

Normalidad, una palabra que echaba de menos en mi vida.

―Supongo que sí ―dije mientras abría la nevera y sacaba el zumo de naranja.

Caminaba cargada con maletas por el bosque, hacía calor y me estaba derritiendo. Tenía ganas de llegar a casa y ver a mi familia y olvidar, desconectar un poco de todo.

Pensé que sí volvía a mi hogar todo volvería a ser prácticamente como antes. No debía de hacer turnos ni vigilar nada todas las noches y tampoco me debía transformar si no quería. Deseaba con todas mis fuerzas volver a la rutina; despertar cada mañana, apagar el despertador, levantarme y arreglarme, bajar a desayunar con mi familia y ver a mis hermanos pequeños pelearse por quién va delante en el coche, a la abuela gritar porque no encuentra su revista de punto de cruz y al abuelo hacer los juegos de palabras. Esa era a rutina de un día normal y corriente de instituto, el que echaba de menos y quería que volviese.

―Dame esa bolsa, yo puedo ―se ofreció Nils forzando una sonrisa de lado.

―A penas puedes con eso, como para poder con esta... Queda solo diez minutos, ¿qué más da?

― ¿Seguro? ―preguntó sudando la gota gorda.

―Seguro ―dije, insistiendo.

Llegamos a mi dulce hogar y llamé al timbre. Escuché de fondo los gritos de mis hermanos y a mi abuela reír.

― ¡MAGENA! ―exclamó mamá desde la ventana de la cocina― Está abierto. ¡Hola Nils!

―Hola familia ―dije, cuando entré por la puerta.

―Magena, te hemos hecho un dibujo ―se apresuró a decir Paul entregándome un dibujo que hizo que se me emocionase. Éramos los tres, Kange, Kato y yo, cogidos de la mano y sonriendo.

Adoraba a esos dos chiquillos.

―Siempre estaremos juntos ―me aseguró mi hermanito Kato cuando lo abracé.

―Siempre ―les prometí.

Alguien carraspeó.

―Siento romper este momento pero... ¿dónde dejo todo esto? ―preguntó el chico con cierto retintín.

―Sí... eh... Déjalo en el salón, luego lo subiré yo ―sonreí.

Y sin más demora el chico dejó todo esturreado por el suelo y salió por la puerta silbando como si la vida aún continuase siendo normal.

Holaa! ¿Cómo estáis? Siento para todas aquellas personas que están leyendo la novela y se sienten confundidas por los cambios de nombres. Quedan pocos capítulos para acabar la edición, ALELUYA. Además, quisiera agradecer a todas aquellas personas que después de más de un año y aún con la novela ya terminada siguen leyéndome y apoyándome con sus votos. Sois geniales, enserio. También quiero añadir que estoy dudando en si escribir una secuela o un mini-extra desde el punto de vista o de Koda o Benji. ¿Qué os parece la idea?

Besitos!

Continue Reading

You'll Also Like

14.3K 2K 39
Portada creada por @-stupidLove quien es una de mis editoras favoritas. Vayan a su perfil y denle mucho amor Arianwen Xique es una organizadora de bo...
Jade By :^

Fantasy

1K 110 42
Llegar a un internado no ha sido fácil para Jade, y menos al notar cosas raras todo el tiempo. ¿Sangre en la ropa de su compañera? ¿Sombras raras? ¿...
28K 1.6K 63
Tn____ Es una chica adinerada, enamoradiza, insegura y que tiene una terrible enfermedad. (un tumor cerebral) por lo que requiere una operación urgen...
1.4M 140K 55
No es necesario haber leído los libros anteriores para entender #ECDB, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros...