༻ᴛʀᴏᴘᴀs ɴᴀʀɴɪᴀɴᴀs༺
A M E L I A
— ¿Donde fueron anoche?— la voz de Susan me sacó de mi transe mientras caminábamos. La miro tragando en seco y muerdo la parte interna de mi mejilla mientras buscaba alguna excusa.
Es mi mejor amiga, pero a la vez es la hermana de mi novio.
— Fuimos a...— deje un silencio para volver a repensar la excusa— a buscar más comida— terminó la oración no muy convencida y con mi ceño levemente fruncido. Los ojos celestes de la pelinegra penetraron en los míos y suelta una risa
— Si Am, y Narnia no existe— habla sarcásticamente mientras hacía esa mueca con los labios que hace siempre. Abro mi boca unos centímetros y achino mis ojos
— ¿Entonces para qué preguntas?— le doy un empujón con mi codo mientras las dos reíamos. Los demás narnianos nos miraban sin entender pero eso no era excusa para parar de reír
— Porque quería confirmarlo— me muestra sus dientes en una sonrisa— ahora lo hago— mis mejillas se tiñen de rojo y tapo mi cara con mis manos
— ¿Hicimos mucho ruido?— preguntó disminuyendo mi voz a cada paso que dábamos. Ella coloco su dedo índice en su barbilla como si lo estuviera pensando
— No, pero creo que si escuche a unos osos en celo por estos lados— las carcajadas de nuevo resonaron en la fila en la que íbamos caminando y eso ocasionó que los dos chicos que estaban a unos metros, se den vuelta y nos miren
— ¿Que es tan gracioso?— pregunta Peter frunciendo su ceño hacia mi y ruedo mis ojos
— Absolutamente nada, su alteza— respondo en tono sarcástico y noto como sus fosas nasales se abrieron expulsando pesadamente el aire que contenía. Doy unos pasos adelante y me cuelgo en el cuello de Peter— fue una broma amor— le robo un beso en sus labios y escucho cómo hacen una mueca de asco— ¡cállate Ed!— lo miro mal
— ¿Pueden guardarse sus muestras de afecto en privado? Son muy asquerosas— Peter alza sus cejas hacia mí veo cómo relame sus labios
— ¿Como lo que hicimos a...— no lo dejo terminar que tapo su boca con mis manos. Él me mira frunciendo su ceño y luego saca su lengua para chuparme la mano. Supongo que el pensó que me daría asco.
Pero sería muy hipócrita tenerle asco a algo que luego me daría placer.
— Pevensie, luego de muchas ocasiones, no me da asco tu saliva— me acerco a su oído y susurro. Él se estremece ante el tono seductor de mi voz y luego saco mi mano con su baba y la limpio con el vestido.
Sus tres hermanos nos igualaron en el paso y cuando presto atención nos encontrábamos frente a una ¿cueva?. Dos hileras de centauros adornaban la entrada para darnos la bienvenida y no pude contener la sonrisa que se esparcía por mis labios. Peter entrelaza nuestras manos y veo de reojo que miraba todo impresionado.
Los reyes y reinas habíamos vuelto.
Los centauros desenvainaron sus espadas y las alzaron, haciendo chocar las puntas con las espadas de la fila de enfrente, creando así como un puente el cual debíamos pasar. Caminamos los cinco mientras que Caspian se quedó unos pasos detrás de nosotros, la sonrisa en mi rostro no la podía quitar nadie y sentí un tacto en mi mejilla. Era la mano de Peter que acarició esa zona dulcemente.
Nos adentramos a la cueva y nos encontramos con todo un ejército de narnianos preparando arma. Peter, Edmund, Caspian y yo nos habíamos quedado hablando mientras que las chicas habían ido a explorar el lugar.
— Tal vez no sea lo que esperaban pero, se pueden defender— habla el príncipe recorriendo con sus ojos todo el lugar. Cada vez que hablaba el agarre de Peter en mi mano se fortalecía y hasta me hacía hacer muecas del dolor que provocaba.
— ¡Chicos! Vengan a ver esto— habla Susan desde la entrada de un pasillo. Junto con el rubio compartimos miradas y comenzamos a caminar con los dos castaños siguiéndonos el paso.
Peter agarra una antorcha que había por allí y nos adentramos al pasillo los seis. En las paredes de piedra estaba redactada nuestra historia con dibujos. Nuestra aparición en el campamento de Aslan, el despertar de mis poderes, la coronación.
— Nuestra boda— suspiro con una sonrisa mientras tocaba débilmente la rasposa pared de piedra con la punta de mis dedos. Peter dejó un dulce beso en mis labios y luego en el anillo de bodas que adornaba mi dedo anular.
— Somos nosotros— habla Susan impresionada
— ¿En donde estamos?— pregunta Lucy con su semblante confundido mirando hacia Caspian
— ¿No lo reconocen?— su voz sonó más a una afirmación que a una pregunta. Agarra otra antorcha y comienza a guiarnos por un oscuro pasillo pero luego nos adentramos a una gran sala a oscuras. Él apoya el fuego de la antorcha sobre una especie de cantero y luego el fuego se apoderó de él, dejándonos a la vista un gran mural el cual contenía la forma de Aslan y a unos metros más adelante una mesa de piedra partida en dos.
La mesa de piedra.
La primera en avanzar fue Lucy luego de ser seguida por nosotros. La menor acarició con sus dedos la mesa de piedra y luego nos miró a su hermana y a mi— debe saber lo que hace— sonrío apretando mis labios para darle apoyo
El rubio no sacaba la vista de la figura de Aslan plasmada en la pared y eso comenzaba a inquietarme— creo que depende de nosotros— habla firme sacándome de mi transe y haciéndome exaltar.
Peter convocó una reunión en la sala de la mesa de piedra. Yo me encontraba sentada sobre ella junto a Lucy la cual dejó caer su cabeza sobre mi regazo y yo acariciaba su lacio cabello con mis dedos. Todos los narnianos se encontraban a nuestro alrededor y el mayor de los Pevensie en el medio de la sala.
— Es solo cuestión de tiempo, las tropas y máquinas de guerra de Miraz están en camino. Significa que esos hombres no protegen el castillo— la voz autoritaria de Peter resonó en todo el lugar. Si supieran lo que me pone que sea así de firme.
— ¿Y usted que propone que hagamos majestad?— pregunta Reepicheep
— Debemos atacar al...— Peter frena ya que Caspian había hablado encima de él. Prepárate príncipe. Ellos dos se quedaron mirando para ver quien debería hablar y Caspian le cedió el turno— nuestra única esperanza es ser los primeros en atacar—
— Que locura, nunca han penetrado ese castillo— habla Caspian como si fuéramos a cometer la mayor atrocidad de toda la historia de Narnia. Había dejado el cabello de la pequeña y ahora mis puños se encontraban apretados mientras mis uñas se clavaban en mi pálida piel
— Siempre hay una primera vez— hablo yo contendiendo mi ira en mis manos. Todas las miradas se enfocaron en mi y yo tenía mi vista arrogante hacia Caspian
— Tenemos el elemento sorpresa— nos apoya Trumpkin a Peter y a mi
— Pero tenemos ventaja en ese lugar— vuelve a hablar el príncipe. Lucy se incorpora y yo aprovecho ese momento para bajar de la mesa de piedra en ir al medio junto a mi novio
— Aquí bajo tierra yo creo que lograríamos detenerlos— Susan se suma a la charla y la miro alzando mis cejas ya abriendo mis ojos. La furia irradiaba de los ojos del rubio en dirección a su hermana y su cambio de lado
— En lo personal me siento más seguro bajo tierra— habla el tejón
— Oye, aprecio todo lo que has hecho pero esto no es una fortaleza, es una tumba— Peter se adelantó unos pasos hasta quedar cara a cara con Caspian. Su voz sonó suave y sabía que hacía el mayor esfuerzo para no explotar en frente de todos.
— Si, y los telmarinos nos matarán de hambre si sus tropas nos sitian— Peter alza sus hombros sarcástico y yo lo miro señalando a Peter
— Yo podría traer nueces— apoya una ardilla que se encontraba al lado del adorable ratón
— Si, y se las darías a los telmarinos— Reepicheep lo mira sarcásticamente— no hables— calla a su amigo— no tengo que decirle lo que creo señor— vuelve su vista a nosotros
— Si filtro tropas ¿te encargarías de los guardias?— Peter camina en dirección a Oreius y yo sonrío al rememorar viejos tiempos. Mira en dirección a Caspian y luego a mi
— O intentándolo moriré— baja su cabeza y yo suelto un suspiro
— Es lo que me preocupa— la voz de la pequeña Pevensie nos saca a todos de órbita y yo la miro con el ceño fruncido
— ¿Que cosa?— pregunto en dirección a ella
— Solo están considerando dos opciones. Caer acá o allá— esta niña siempre piensa más que nosotros. Miro de reojo al rubio a mi lado
— No parece que estés escuchando, Lu— habla suavemente a su hermanita y lo codeo
— No amor, tú no estás escuchando— hablo yo y él me mira con sus cejas alzadas— ¿ya olvidaste quien fue el que venció a la bruja blanca, Peter?— pregunto con un nudo en mi garganta al recordar ese día. A sus ojos celestes los nubla una fina capa de lágrimas que desapareció en unos segundos
— Creo que ya esperamos a Aslan lo suficiente— su mirada sale de la mía y se da media vuelta. Su cuerpo comienza a moverse hacia el pasillo y yo relajo mi cuerpo para luego seguirlo a pasos apurados pero una arcada interrumpió mis planes.