Taylor, con tan solo 25 años de edad, llego a obtener todas las cosas que en su momento anhelo. Cuando obtuvo las cosas que quiso se dio cuenta que aun así no encontraba su verdadera felicidad. Su felicidad siempre se mantuvo en su soledad y nunca tuvo el tiempo de aprender amarse y disfrutar de sí mismo. Ya que pensó que su felicidad estaría en las cosas que quería, en los amigos que nunca tuvo y con el prototipo de amor que siempre soñó. Cayendo en una vida vacía y desordenada, donde las razones no tienen explicaciones. En la lucha de un juego entre amar a ciegas o despertar hacia su felicidad.