Ciudad nueva. Escuela nueva. Gente nueva... Nada que una chica normal no pueda afrontar. Pero nada es normal para mí . No después que saltara de un trampolín y estuviera a punto de perder la vida. No la perdí, pero quizás mi vida no será la misma nunca más. ¿Cómo haré para sobrevivir en un mundo de personas sin rostro, donde no logró distinguir quién es un ángel o un demonio?