Nate era atractivo, egocentrico y un bufón. Tenía a todas comiendo de la palma de su mano, hasta que se encontró con ella. Eleanor era sarcástica, atrevida y muy sensual. A donde quiera que iba se hacía notar, pero ella solo lo notaba a él. Los dos tenían algo en común, ninguno buscaba enamorarse Pero el destino ya está forjado y nunca cambia de parecer.