Liza Harper ha fantaseado prácticamente toda la vida con la idea del suicidio. Durante un largo tiempo había planeado acabar con su vida con esperanza de ahí terminase todo. Nunca fue muy religiosa ni tampoco creía en la vida después de la muerte por lo que decide cumplir su cometido la madrugada de un domingo. Sin embargo, poco sabía ella que ahora, no sólo deberá enfrentar un juicio, sino que despierta en un lugar que, lejos de parecerse al cielo o al infierno, es una especie de metrópolis posmoderna en la que deberá esperar, hasta que el Rey Supremo decida el destino de su alma. No obstante, la cosa no queda ahí. Dado a lo especial de su caso, ella también podría intervenir. De un momento a otro, Liza pasa a tener 72 horas para decidir entre la vida y la muerte. •Borrador, susceptible de cambios. #ttw2020
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