HyeSeong pensaba en sí misma como una persona inteligente, capaz y, sobre todo, muy ocupada. Con todo lo que pasaba día a día en su vida consideraba que no había cabida para el miedo en ella. Sin embargo, las marcas que aparecían en su piel cada mañana le perturbaban y le dejaban los pelos de punta; estaba segura de que ninguna de sus actividades durante el día había causado las marcas y sí, sólo eran marcas, pero ¿Por qué se veían tanto como mordidas? Cuando el autor de estas marcas se muestra frente a ella, HyeSeong no tendrá más opción que desocupar su agenda y esperar por lo mejor, porque el miedo no es la única nueva emoción que estará haciendo presencia en su atareado existir.