En ocasiones ves hacia atrás y te das cuenta de que en realidad solo fue un pequeño tropezón, pero eso no quita que haya dolido lo suficiente.
Un pequeño esbozo de cuando solté la cuerda porque entendi que aferrarse no tiene nada de sano.
En ocasiones ves hacia atrás y te das cuenta de que en realidad solo fue un pequeño tropezón, pero eso no quita que haya dolido lo suficiente.
Un pequeño esbozo de cuando solté la cuerda porque entendi que aferrarse no tiene nada de sano.