-- ¡Ya callate! -- Grito el chico de chaqueta morada. -- ¡Pero A-Cheng dijiste que me comprarías sonrisas del emperador! -- Reclamo el chico que daba vueltas a su alrededor. -- ¿Guardarás silencio 1 minuto si te las compro? -- Pregunto cruzándose de brazos y riendo ligeramente al ver a su hermano asentir feliz. Las personas a su alrededor solo podían ver a un joven hablando con el viento y a lo lejos a un joven con cinta en la cabeza mirando con cierto anhelo aquella escena, arrepentimiento, fue lo primero que sintió de aquel lugar.