Lo único que alegra a Camino después de su boda es recibir las cartas que Maite le escribe desde París. En ellas pueden volcar libremente sus sentimientos, y recordar una historia del pasado que marcó fuertemente a la pintora, hasta el punto de convertirla en la mujer que luego llegó a Acacias: su trágico romance con Ángela. "Cada historia de amor es un mundo, y un día te contaré la mía con detalle".