TK no había marcado el día en el calendario, porque no tenía ni idea de que el jueves cambiaría su vida para siempre. No es fácil mantener una relación secreta con Carlos Reyes, jefe de internos y residentes, y su jefe directo. Pero a Carlos le gusta el peligro de que le pillen besándose en el hospital y poner nerviosa a TK. Tampoco mejora las cosas tener a su padre, el gran jefe de cardiología en el mismo hospital y pasarse el día llamándose el uno al otro Dr. Strand como si fueran dos desconocidos, por no hablar de saber que no le cae bien al director del hospital, Billy Tyson está seguro de que están teniendo trato de favor con él por el nombre que tiene, pero nunca reconocería algo así. Sin embargo, su vida y su carrera en el hospital sólo pueden volverse más interesantes cuando llega Maddie, una nueva interna, su nueva compañera y, aparentemente, la hermana mayor que nunca ha conocido.