Su vida dio un inesperado giro de ciento ochenta grados al enterarse que se tendría que casar con el hijo del mayor socio de la empresa de su padre. Gracias a aquel estúpido contrato debía compartir un largo tiempo de su vida con el arrogante, idiota, mujeriego y tremendamente sexy Raegan Harrison... Así es, el hijo único de una de las familias más influyentes de absolutamente todo el país. Definitivamente, para Eve Lowell, aquello sería una verdadera tortura... Mas tomando en cuenta el odio y la rivalidad a muerte que se tenían ambos... No, no sería fácil, pero lo fácil era demasiado aburrido, ¿no?