Nicolás, un adolescente de 15 años, se ve obligado por su madre a adoptar una identidad femenina. Esta imposición no surge de la búsqueda de un propósito cómico o que el se identifica de esa forma, sino de la profunda narcisista de su madre, quien proyecta en su hijo sus propias frustraciones y deseos no realizados. Nicolás, que posee una apariencia andrógina, es forzado a asumir una identidad que no le pertenece, enfrentando una lucha interna por preservar su propia identidad o ser querido de cierta manera.
Atrapado en su escuela exclusivamente masculina por pedido de sus hermanos, para que por primera vez sepa que es ser un hombre, Nicolás sufre acoso constante debido a su apariencia y comportamiento percibidos como femeninos. La crueldad de sus compañeros de clase y la indiferencia de las figuras de autoridad lo empujan al borde de la desesperación. Sin embargo, la tragedia alcanza su punto más desgarrador cuando Nicolás es víctima de abuso sexual por parte de uno de sus profesores, desencadenando una espiral de dolor, confusión y miedo, pero también una idea distorsionada de amor, donde el daño es una señal de que lo aman.
A lo largo de la narrativa, Nicolás emprende un viaje emocional para enfrentar su dolor y encontrar su verdadero yo, desafiando las expectativas impuestas por su madre. A pesar de la oscuridad que lo rodea, Nicolás encuentra apoyo en aliados inesperados y descubre la fuerza para resistir y buscar la redención en un mundo que parece haberse vuelto en su contra.
"Espejo Roto" es una historia desgarradora que explora temas de identidad, abuso, discriminación y la lucha por la autenticidad en un mundo que a menudo prefiere la conformidad. A través del viaje de Nicolás, la novela desafía al lector a reflexionar sobre la naturaleza humana, la empatía y el poder de la resistencia en la búsqueda de la verdad y la redención.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".