Maomao lleva mucho tiempo trabajando con el maestro Jinshi, pero en muchas ocasiones no lo entendía, o simplemente lo miraba como a un insecto. -¿Qué le pasa? -Preguntó la chica de pecas falsas, mientras retrocedía lentamente para escapar. -¿A mí? Nada. -Fue la respuesta del apuesto joven de ojos violetas. Este la miraba acercándose lentamente, mientras lo rodeaban destellos y la pecosa ponía caras de horror al ver que seguía acercándose con aquella sonrisa acompañada de los destellos. Créditos a el artista de la portada.