1.

429 47 9
                                    

Antes que empiecen a leer esta historia, quiero que sepan que esto significa mucho para mi, espero que les vaya a gustar ya que es lo que más anhelo, y si se preocupan por el vocabulario o por el contenido, no hay nada malo que diga esta historia, más que dos o tres palabritas pero nada de que preocuparse, gracias.

-Oye.

Podía sentir como mi corazón estaba acelerado, chocando contra mi pecho. Mis manos tenían una leve capa de sudor a causa de los nervios. Veía el reloj de mi mano cada 5 segundos sin parar y hasta podía escuchar la manecilla sonar, estaba muy nerviosa, sin duda.

-¿Podrías dejar de hacer eso? - Me pregunto Emma; mi amiga, señalando lo que estaba haciendo.

-No. - Susurré dejándome de morder las uñas y la mire. -Digo, sí. Lo siento estoy muy nerviosa. ¿Tú no?

-Para nada. -Respondió dejando de mirar su celular. -Tu no tienes porque estarlo, todo estará bien, ya lo verás. - Me ánimo, a lo que yo le respondí con una sonrisa.

-¿Tu crees?- Le pregunté un tanto insegura.

-¡Por favor Dakota! - Exclamó. - Se que has esperado esto bastante tiempo, y todo cambiará, ya lo verás, de poco a poco todo mejorará, solo quiero que estés bien, y tan solo... Basta de preocupaciones. - Me hizo un ademán con la mano diciendo que parara con mis "cosas."

Quizá ella tendría razón, no debía de estar tan nerviosa interrogándome cada segundo en mi conciencia, debía de tomar las cosas con tranquilidad y dejar que el tiempo diga las cosas, cada cosa a su tiempo me repetí yo misma.

-¿Desde cuando eres terapeuta? - Le dije mirándola de reojo y riéndome un poco.

-Cuando te diste cuenta amiga.- Se rió ella también.

Mi vida estaba cambiando sin duda, mis metas se estaban acercando y no podía sentirme tan feliz y ansiosa como ahora. Estábamos apunto de llegar al apartamento de Dublín, la ciudad donde nos estábamos mudando ella y yo. A pesar de que no me mude tan lejos de la ciudad donde crecí, me sentí mejor, sentí un poco más de libertad, la libertad como cuando tus papás te dejan a salir a jugar con tus amigas cuando eras niña, pero ahora significa más ya que ahora traíamos más responsabilidades, pero eso estaba perfectamente.

Me di cuenta de que el taxi ya no estaba en movimiento, habíamos llegado y mi amiga me llamaba desde afuera tocando repetidas veces la ventanilla del taxi. Respiré e hice lo posible por despabilarme un poco. Salí rápidamente y antes de darle el dinero al chofer me dijo que Emma ya lo había pagado, saque los bolsos que faltaban y el taxi se marchó.

Me quedé viendo el pequeño edificio, era de color pastel y sonreí al sentir una oleada de tranquilidad. "De aquí soy" pensé.

-¡Rápido Dakota que no puedo sola! - La escuché gritar y volví a la tierra como por milésima vez en el día. Corrí hacia adentro y la vi sacando algunas cosas de las cajas que yacían a lado de las paredes. Observé todo el departamento, dándome cuenta de que estaba muy lindo e impecable, no era algo muy lujoso, tan sólo la tranquilidad de aquí lo hacia lindo. - ¿Te gusta lo que ves?

-Demasiado, esto es muy yo, pensaba que escogerías un lugar de mala muerte, ya sabes. -Bromee refiriéndome a como era ella, pensando que escogería el departamento a lado de un bar quizá. Sus labios formaron una "O" fingiendo estar ofendida para luego cambiarla por una sonrisa, complacida al saber que me gustaba este lugar.

-Me alegro.- Dijo.- Pero una pregunta, ¿porqué estabas así hace 10 minutos? Pensé que te estabas arrepintiendo a medio camino o algo así. -Tomó algunas cosas de las cajas y me miró con atención.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Sep 01, 2015 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

Intrepid | n.hTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon