Supuestamente, tu padre murió en un accidente de tráfico.
Cuando me llamaste, estabas llorando.
Cuando llegué a tu casa, seguías haciéndolo.
Tus sollozos me rompían en pedazos.
Yo solo podía acariciar tu pelo con cariño.
Dormí contigo.
No dejé de abrazarte en ningún momento.