Los 4 Brillos Lunares

Seguridad

Martes:

En la madrugada, nuevamente en la mansión Moira, los Luna Brillantes se encontraban entrenando junto a sus respectivas madres:

Lincoln y Rita se encontraban entrenando con escobas, a modo de bastones. Lincoln se sentía presionado, dado a que Rita estaba atacando con más rapidez, hasta que Rita le restriega la escoba en la cara a Lincoln, haciendo que baje la guardia, ataca fuertemente, quitándole la escoba de las manos, y derriba a Lincoln con una barrita en las piernas.

-¡Augh! ¡Mamá, te pasaste!-se queja Lincoln en el piso.

-Tienes que aprender a fortalecer tu cuerpo, hijo.-dice Rita un poco seria, ayudando a Lincoln a levantarse.-Estas mejorando. Tus reflejos ahora son más rápidos que antes, pero aún te falta más precisión y velocidad.-

Rachel y Tatchel se encontraban peleando cuerpo a cuerpo en sus formas gigantes. Rachel parecía estar peleando mejor, pero Tatchel hace un amago, y termina derribandola al piso.

-Para no haberme puesto en forma en años, creo que aún estoy bien.-dice Tatchel moviendo su brazo.

Rachel rápidamente le atrapa las piernas y la derriba, mientras Rachel se levanta de un salto, y trata de darle una patada pisoton, pero Tatchel le atrapa el pie, se levanta y la derriba nuevamente, haciendole sumision, pero la cuchilla de Ultragirl llega y casi le hace un corte, bajandole la guardia, y Rachel se libera, casi dándole una patada a Tatchel.

-¿Que te pareció?-pregunta Rachel emocionada y con una mirada desafiante.

-Nada mal, hija, pero deberías no ser tan brusca.-dice Tatchel mirando que la manga de su traje estaba cortada.

-¿No habías dicho tu una vez que el enemigo no siempre tendrá piedad?-

-No. Ese fue tu padre y su política de ser competitivo en todo. Pero no soy tu enemiga, y esto es solo un entrenamiento, así que no vuelvas a usar la cuchilla del casco lunar, hasta que ya lo domines completamente.-dice a modo de regaño.

-¿No se supone que debo suponer que eres mi enemiga?-

-Si, pero no te lo tomes tan enserio, sobretodo si estas usando armas de verdad, hija.-

Sabrina y Letizia estaban teniendo un duelo de brujas, atacandose con rayos y bolas de magia, mientras volaban en escobas. Al acercarse demasiado, ambas luchan chocando sus varitas como si fuesen espadas de esgrimas. Sabrina trata de derribar a Letizia, atacando con bolas de magia que al lanzar, regresan hacia ella, pero Letizia usa una especie de látigo para sujetar a Sabrina, y ésta termina recibiendo el ataque.

-¡Augh!-Sabrina adolorida.

-Buen intento, hija, pero no olvides que yo te enseñé ese truco a los 10 años.-dice Letizia sonriendo, y lanza a Sabrina hacia unos arbustos, pero Sabrina lanza un hechizo que hace que los arbustos se conviertan en una especie de colchoneta de hojas.-Trata de buscar tus propios movimientos si quieres superar a tu madre. Lo que te yo te enseño, lo debes aplicar a tu modo.-

Mizuki y Riza se encontraban a distancia, atacandose con flechas de energía. Las flechas de Mizuki, en su mayoría, eran contrarrestadas por las flechas de energía que disparaba Riza, quien además estaba cada vez acercando, haciendo que Mizuki cada vez se pusiera nerviosa.

-Para un arquero y un francotirador, el ataque a distancia es su principal habilidad, hija, y por tanto, la precisión de sus ataques deben ser perfectos.-dice Riza cada vez más cerca de Mizuki.-Pero en ciertas circunstancias, deben acercarse a su objetivo, y ahí entra nuestra segunda habilidad importante: el sigilo. El poder desplazarte y acercarte sin que tu enemigo te detecte, y atacarlo por sorpresa.-y aparece justo frente a Mizuki.