D

28 2 1
                                    

Mis ojos cristalizados, detenidos, 

soy una estatua, 

congelada, hecha piedra con tu tacto, 

No debiste hacerlo, no soy tan valiosa, 

más sin embargo lo hiciste, y te quedaste aquí, 

recorriendo dilatado el contorno de las colinas de agua que se alzan sobre mis hombros; 

La regadera llora sobre mí, y sus lágrimas se vuelven mías, 

y entonces me convierto en barro, húmedo por el llanto, materializada solo por ti. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


AHOGADAWhere stories live. Discover now