Capítulo 18

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¡¡Hola!! Feliz navidad a todos/as, espero que les guste este capítulo <3

Déjenme en comentarios que les va pareciendo la historia, y qué piensan que pasará.

Muchas gracias por leerme y que tengan linda Navidad <3


—¿Melanie? —pregunté.

La chica de pelo rizado dio media vuelta.

—Sabrina —dijo casi en un susurro.

Llevaba su cabello largo y voluminoso totalmente suelto. Un abrigo de invierno color rojo chillón hacía contraste contra su hermosa piel morena. Al hombro, tenía un bolso que supuse sería del colegio.

—¡Hey! No sabía que hoy también vendrías —nos interrumpió Noah, saliendo detrás de mí.

¿Hoy también vendría?

¿A él no lo ignora como a mí?

—L-lo siento... No me ha estado funcionando el auto y pensé que podrías acercarme al colegio. —Mel posó sus enormes ojos cafés en él.

—Sí claro, no hay problema. Vamos.

Noah se encaminó hacia el auto, haciéndonos señas para que lo siguiéramos. El auto no era el rojo que solíamos usar con Alex, ese había quedado en destrucción total; este parecía ser de Lily. Inevitablemente, con Melanie volvimos a hacer contacto visual, a lo que me estremecí incómoda. Mel se limitó a apretar sus labios en una fina línea, y yo le contesté bajando la cabeza.

El camino hacia el colegio fue bastante incómodo. Yo iba en el lugar del acompañante y Melanie detrás, ya que ella iba a otro colegio y teníamos que alcanzarla primero. Me mantuve callada todo el viaje mientras que ellos cruzaban alguna que otra palabra, que casi no escuchaba porque estaba concentrada en la ventanilla y la calle. Parecía que se habían estado viendo con normalidad, y eso comenzó a molestarme en el pecho, como si fuera una especie de traición.

Yo también había sido parte de su grupo...

No tardamos en llegar al primer colegio, que estaba repleto de estudiantes corriendo para no llegar tarde a clases.

Noah estacionó su auto a un costado, y Melanie no tardó en saludarlo y agradecerle.

—Sabrina —dijo la chica morena dirigiéndose hacia mí.

Giré la cabeza, confusa.

—¿Puedo enviarte un mensaje más tarde? Tengo que decirte algo —volvió a hablar.

¿Qué?

¿Así como si nada comenzará a hablarme otra vez?

Fruncí tanto el ceño que mis cejas casi se tocaban.

Estaba totalmente confundida y débil. No podía emitir palabra, no entendía si me estaba tomando el pelo o si iba en serio. Por la expresión de sus ojos, que brillaban ferozmente, supuse que no estaba jugando conmigo.

Sólo le asentí haciendo una mueca, y volví mi mirada hacia adelante.

Una vez Melanie se fue, Noah arrancó el motor para dirigirnos a nuestro colegio.

Apoyé el codo sobre la ventanilla, y luego mi cabeza sobre mi puño mientras seguía mirando a los árboles alejarse cada vez más rápido. Hoy estaba muy agotada, y ni si quiera había comenzado mi día. Si fuera por mí, iría directo hacia mi casa a dormir, pero no me quería ni imaginar la situación allí.

El Vals de las MariposasWhere stories live. Discover now