Entre Marzo Y Agosto✨ [TERMINADA]

D I E Z✨🪴

Klainy.

Cuando me siento estresada, vengo a caminar al parque. La llovizna lo hace ver esplendoroso y hasta cierto punto majestuoso, hace que mi corazón se sienta seguro y hasta libera el peso en mis hombros.

La apenas llovizna cae sobre mi paragua, resbala y termina por desplomarse en el suelo... es casi mágico, tanto como para hacerme olvidar por micro segundos lo que cargo en hombros.

Nadie sabe que Klaus es el responsable de mi desgracia, digamos que le tengo aprecio y no tengo un corazón tan podrido como para devolverle el mal que me ha hecho.

Decidí retirar los cargos a la policía y dejar así como está mi investigación.

Ha pasado un mes desde que salí del hospital, ahora visito a un psicólogo y un psiquiatra. Pues sí, mi ánimo ha estado mejor, pasé los exámenes casi finales y he avanzando con mi tesis.

Me ha ido mejor... claro hay un tema que me estuvo jodiendo estos días y tiene que ver con la memoria.

Mi memoria.

He recuperado buena parte de mis recuerdos, pero hay un problema.

Me siento como una extraña ante esos recuerdos, como si no fueran míos.

Tuve que alejar a Heyde, no deseaba hacerla sentir mal, así que simplemente la dejé ir. Sé que está bien... tengo que confesar que en ocasiones me encuentro a mí misma recordando cosas que hacíamos juntas y termino por revisar su Instagram.

Quisiera decir que me duele verla feliz, pero la verdad es otra... eso creo, bueno, no sé.

Es complicado.

Supongo que no puedo responderle con amor. Okey, te puedo aceptar que es hermosa, inteligente, atractiva y de ensueño, pero no siento esa clase de amor... creo.

Pienso que no es momento para complicarme la vida con esta clase de asunto, ¿cierto? ahora debo enfocarme en recuperarme, mudarme y graduarme.

En estos momentos vivo con Elo, es una buena compañera, ordenada y paciente, el único inconveniente es que hace mucho ruido en la madrugada.

En fin... pienso mudarme al final de mes.

Los patos aquí son hermosos y elegantes, lo único que tienen de malo es que los machos son agresivos.

Por suerte jamás les he aparecido apetecible.

Una banca llama mi atención, tengo más de una hora caminando y mis pies ya claman por piedad. El viento levanta una que otra hebra de mi cabello así que cierro los ojos para disfrutar.

En otra ocasión habría venido con Klaus, lo extraño, mierda. Esto de ser reconcorosa no se me da.

Unos pasos llegan a mis oídos y siento la presencia de alguien sentadose junto a mí. Abro los ojos y acomodo mi cabello.

La esencia de esta persona es algo que reconozco por inercia.

—¿Disfrutando el ambiente? —indaga y me hace suspirar.