5. Lugar malo.

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Lugar malo. 

Después de una breve discusión con Duncan en la que solo consistió en mi quejándome de todo y el terminando su cigarrillo mientras observaba por la ventana. Tres hombres entraron, todos robustos, con tatuajes y cicatrices en el cuello como Duncan. Solo conocía a uno de ellos, Elliot. El me dio una sonrisa al mirar el plato de comida que me trajo completamente vacío.

Duncan le tiro tres llaves al chico del medio y ladeo la cabeza a los lados esperando que las repartiera.

-¿Qué diablos?-Se quejó el chico.-Solo hay dos malditos colchones afuera y tres ventanas con los vidrios rotos.

-Te toca en el suelo.-Dijo Elliot.

-Vete a la mierda.-Gruño.-No voy a congelarme el culo por tu nueva zorra, Deluve.

Deluve, el apellido de Duncan.

La ira se infiltro por todo mi cuerpo y se enredó en mi lengua para manejarla y expulsarla bruscamente.-No soy su puta zorra, soy la hija de Bannon y si me vuelen a llamar de esa manera les pateare el maldito trasero.

-¡Y allí está mi pequeña Raven!-Grito Loky sonriendo y llegando con una cerveza en su mano. Los dos chicos desconocidos para mí se mantuvieron callados, el perfil de matones que mantenían se bajó por completo y me miraban con puro respeto. Elliot me guiño un ojo, sin hablar hasta ahora, y Duncan me sonrió abiertamente.

-Me alegra que hayas regresado pronto cariño.-Susurro mirando mucho más allá de mis ojos.

(...)

-Es hora de ducharse.-Habla, unas horas después de que todos los chicos se fueron.

Subo la mirada de un viejo libro que encontré debajo de la almohada, las primeras hojas están quemadas así que no logro saber el título, no es nada que se me niegue leerlo, aquí no. Pero afuera de la valla casi todo era prohibido y mil veces negados por razones innecesarias.

-¿Ducha?-Mi tono suena sarcástico, por lo que Duncan frunce el ceño. Sé que no tienen muchos recursos aquí, pero en realidad no quiere decir que no crea que puedan conservar servicios básicos. Lo único bueno que les ha dado el gobierno.

-Si. Rápido.-Aun no me muevo, con una mueca de irritación tira de mi brazo hacia afuera de la habitación, traspasamos las cortinas y me obliga a subir unas oxidadas escaleras de metal para empujarme a un viejo cuarto de baño.

Observo nerviosa como ser quita la camiseta, sus desgastadas botas negras y su pantalón tirándolas por el pasillo. Se pone recto, sus músculos duros por el trabajo. Él me asusta pero solo puedo pensar en lo hermoso que es.

-¿Q-que haces?

Me observa por un momento y ordena.-Desnúdate

Parpadeo-Espera, ¿qué...?

Suelto un gemido de sorpresa cuando saca su abrigo de mis hombros y desgarra con sus manos mi vieja camiseta. Estoy furiosa al verlo pasar sus ojos por mi cuerpo descaradamente, se muerde el labio ocultando una sonrisa, en un rápido movimiento jala de mis vaqueros abajo.

Escanea la estructura de mi silueta, y el lento movimiento hace que mi corazón se acelere. Agarra entre sus dedos mi oscuro cabello, enreda su dedo índice en el final de la onda de un mechón, para luego desenredarlo y dejarlo caer en las curvas de mi pecho.

Aprieto mis labios, no puedo luchar con un hombre tan fuerte como él, quiero alejarme pero sé que no me va a hacer daño. Es Duncan, sigue siendo mi mejor amigo-casi hermano-que declaro su amor por mí por un reproductor de música que el encontró en una de las muchas casas abandonadas que quedaban, compartiendo conmigo unos auriculares que robo del cuarto de mi padre, escuche Angel with a shotgun con una sonrisa durante toda la canción porque él me sonreía y sujetaba mi mano.

DuncanUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum