Lack of mate

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Fandom: Lack of love (TV)
Relationship: Henry Kane/Lyon Silver
Characters: Henry Kane, Lyon Silver, Original Female Characters, Original Male Characters.
Additional Tags: Omegaverse, Alfa Henry, Omega Lyon, Fantasía, Alternate Universe, Rivals to lovers, Monarquía, Reinos.
Language: Español
Stats: Words: 65,202 Chapters: 22/? Comments: 2,002 Kudos: 8,003 Bookmarks: 1,612 Hits: 242,503

LACK OF MATE
Adela_VC

Summary:

Lyon Silver supo su destino desde que fue vendido a la corona de Rhodes.

Su vida, alma y cuerpo ya no le pertenecían. Eran de la monarquía.

Hijo único de alfas puros ejecutados por traición y dueño de una mala reputación; lo único valioso que poseía era su sangre, de no ser parte de un linaje de alfas puros habría muerto junto a ellos.

En cuanto fue entregado al Ala de Cortejo fue consciente de que su existencia dependía del príncipe heredero. La única forma de expiar los pecados de sus padres y de ser perdonado era que su Alteza Real lo eligiese a él para ser su consorte.

Por ello, debía ser entrenado para ser el mejor alfa de todo el Ala; superar a todos los candidatos, ser más fuerte, más inteligente y capaz que todos esos hijos de duques, marqueses y condes, ser el merecedor de la mano del omega.

Sin embargo, tenía dos problemas; el primero de nombre Henry Kane, su mayor rival, primogénito del duque de Ranzar, alfa dominante que lo superaba en todos los aspectos y favorito a ser el consorte; y el segundo, que aún no se presentaba como alfa.

***

Chapter 10: La revelación

Húmedo.

Estaba húmedo.

—¿Lyon? —Henry lo miró con los ojos bien abiertos mientras cubría su boca con su dorso.

Su expresión confusa no se comparaba a la de Lyon. Labios ligeramente abiertos, ceño fruncido, pulso acelerado, cuerpo tembloroso y la incipiente sensación de calor quemándole de a poco la piel. Si no fuese porque estaban en invierno no habría creído que la temperatura tan alta proviniese de su cuerpo.

Intentó decir algo, pero estaba tan absorto en las desconocidas sensaciones que estaba experimentando que apenas y pudo balbucear.

Esto no le podía estar pasando. Tenía que ser una broma. Una droga. Una reacción alérgica a algún alimento. Una maldición de sus ancestros. Lo que sea, menos eso.

¿Estaba lubricando? ¿Cómo demonios era posible?

Era hijo de padres alfas. Nieto de abuelos alfas. Bisnieto de alfas. Toda una puta generación de alfas.

Los alfas no lubricaban.

¿Por qué él sí?

No, no podía ser cierto. Prefería creer que estaba enfermo.

Se obligó a sí mismo a reaccionar y mantuvo el cuchillo en el cuello de Henry. Trato de no verse afectado, pero su apariencia lo delataba por completo. No importaba cuánto intentara demostrar que nada había pasado, solo un ciego no lo notaría. Y eso era lo peor de todo.

Todos se darían cuenta y sería su fin. No, ya era su fin. La única razón por la que seguía con vida era porque podía cortejar a su Alteza Real. Y ahora ya no tenía nada.

Entonces, otra ola de calor le invadió de pies a cabeza. Sus piernas flaquearon y tuvo que sostenerse de los hombros de Henry para no caer. Aún se aferraba al cuchillo, como si solo ese objeto pudiese brindarle algo de seguridad.

Henry al fin salió de su ensimismamiento y no tuvo que pensarlo más para saber que debía actuar y rápido. Ignoró el tentador aroma que desprendía y tomó el brazo de Lyon para después ponerlo alrededor de su hombro y así Lyon pudo sostenerse de él, ni siquiera parecía que minutos antes estaban a nada de asesinarse. En otra ocasión su cercanía le parecería una tortura, pero ahora era peligrosa.

Debían salir de la habitación. De la mansión. Debían mantenerse alejados de todas las personas. Irse a un lugar en donde Lyon estuviese lejos de todos esos alfas. Incluido él.

—¿Qué haces, idiota? —Lyon quiso retirar su brazo del hombro de Henry, pero este no se lo permitió.

—Sacándote de aquí, tonto. Tengo que llevarte a tu habitación.

Lo arrastró como pudo a los grandes ventanales pese al gruñido de Lyon.

—No es necesario.

—Hay una decena de alfas allá afuera, si te quedas será peligroso.

Lyon lo sabía. Claro que lo sabía, sin embargo, no quería aceptarlo.

—¿Y qué? Soy más fuerte que todos ellos. También soy un alfa.

A Henry casi le explotó una vena de la exasperación.

—¿Es que no lo entiendes?

—¿Entender qué?

Los ojos verdes oscuros de Henry se encontraron con los azules de Lyon. Y por la forma tan penetrante en la que lo miraba, Lyon supo que ya no podía negarlo.

—Eres un omega —declaró Henry y tragó saliva—. Y tu ciclo de celo va a iniciar.

Lyon palideció.

La magia de leerteWhere stories live. Discover now