Capítulo 3

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Caminó tras el adulto por konoha, ahora era claro, Minato Namikaze el cuarto hokage era el sujeto al que seguía, lo vió con emoción, era su ídolo, mordió sus labios quedito, un golpe de realidad llegó a él terminando con su emoción, sus pasos se hicieron lentos hasta que paró su caminar en una calle, bajó su rostro con dolor- ya no veré a mis amigos, a mi ero-sennin, a la abuela, ya no podré traer a mi amigo de vuelta a konoha y ya no lo veré a él- apretó sus labios suprimiendo el movimiento tembloroso, apretó sus puños conteniendo su frustración- no podré cumplir mis promesas- lágrimas salieron de sus azules recordando los oscuros onix -ya no lo veré más, sólo quería… -guardó silencio tragando pesado, lágrimas caían lentamente, las limpió con velocidad y vergüenza, Minato lo veía sintiéndose mal, no sabía qué decir, si era cómo pensaba sobre su identidad, tenía una responsabilidad con el chico, apretó su hombro suavemente -sé que no podemos reemplazar a la gente que amamos, pero tarde o temprano te reencontrarás con ellos, sabrás cómo acercarte sin delatarte, estoy seguro de ello-

Naruto apretó el ceño tratando de entender lo que decía el sujeto frente a él, bajó su mirada angustiado -jiji era importante para mí, ni siquiera una mirada amable obtuve de él, quién me dice que con el resto no será igual?- Minato sonrió con pesar -no seamos negativos, abre tu mente y corazón para conocer a gente nueva, estoy seguro que podrás rehacer tu vida de alguna manera, no todo está perdido, además, te lo dije hace unas horas, buscaré la forma de ayudarte, si no lo logro, por lo menos hicimos el intento -Naruto levantó sus azules con una sonrisa dolida, sabía que no tenía esperanzas respecto a volver, asintió siguiendo al Namikaze.

Minato paró cuadras adelante frente a una casa de doble altura- llegamos, Kushina está en casa, es mi esposa- Naruto levantó sus cejas con sorpresa, asintió recordando, el sujeto se puso bastante serio- tal vez cuándo la escuches, entenderás el porqué se te prohibió hablar del futuro, entenderás las palabras de Hiruzen-sama y su preocupación- el pequeño lo vió con duda, el mayor sonrió amable -no me presenté- Naruto negó -lo sé, eres Minato Namikaze, mi ídolo desde pequeño -sonrió con tristeza, el mayor lo observó con cuidado y sorpresa, sonrió por sus palabras, por otro lado, era obvio que no sabía su verdadera identidad y su relación, qué habría sucedido para que quedara obviamente huérfano?, ambos subieron las escaleras, Minato abrió la puerta asomando su rostro -kushi, llegué a casa- escucharon como algo se cayó, una hermosa pelirroja salió con una enorme sonrisa -Minaaaaaa bienvenido a casa- Minato la recibió al verla lanzarse sobre sus brazos, recibió besos en su rostro una y otra vez- te extrañé tanto ttebane-

Naruto estaba impactado con la escena, sintió lindo, un poco envidioso al ver a ambos así, sus azules se abrieron bastante al escuchar la muletilla, todo se escuchaba muy lejano- “estás advertido, no sabemos si alguien pueda dejar de existir porque se te va la lengua” su corazón comenzó a latir con fuerza viendo a ambos, su mirada azul cayó en el rubio una vez más, rubio de ojos azules, cabello en punta?, sus labios temblaron al entender, “para qué quieres saber quiénes son tus padres?, deja a los muertos en paz, los muertos, muertos están, no tiene caso que sepas quiénes son” recordó la respuesta de su jiji cuando era pequeño, “soy alumno del cuarto hokage” su sensei Kakashi siempre lo supo, “fuí sensei del cuarto hokage” su ero-sennin también lo sabía, sus labios temblaban viendo a la pareja con dolor, tan cerca de ellos y ni siquiera podía abrazarlos, amarlos, algo hizo clic en su cabeza, giró su mirada al rubio, su mismo padre lo había condenado a una vida de sufrimiento, recordó su infancia, tragó pesado sintiéndose traicionado por todos, levantó sus azules algo grises viendo a Minato hablar con Kushina, quería gritarle y reclamar, quería golpearlo, giró su mirada a la pelirroja quién veía con molestia al rubio y susurraba.

-Minato, debiste consultarme, nos acabamos de casar y ya traes gente desconocida a casa?- Naruto sintió dolor, era un completo extraño en ese mundo, no haría una escena en ese momento, pasaría la noche en ese lugar y mañana buscaría opciones para él- metió sus manos en su chamarra, apretó sus puños con dolor y coraje contenido, su vida era una completa mentira, una mierda -Naruto, pasa… -Kushina levantó sus cejas con sorpresa al escuchar el nombre del chico, lo observó viendo un enorme parecido con su marido, era claro que no podía ser hijo de Minato, sacudió su mente, podía observar que el chico tenía grandes reservas de chakra- pasa, te mostraré la habitación de invitados ttebane -Naruto asintió con la cabeza baja, al pasar junto a Minato susurró- mi vida es una completa mentira -

El Namikaze vió con frustración al chico, ahora entendía, su deducción era real, no sabía nada de sus padres- te llamas Naruto?, ¿perteneces a algún clan? ttebane- el menor no levantaba su mirada, apretó sus puños con molestia -no, sólo Naruto- Kushina lo vió con duda- me llamo kushina Uzumaki, es un gusto conocerte, esta será tu habitación -el menor no respondió a su saludo -les agradezco hospedarme, mañana buscaré un lugar, no quiero dar molestias- el pequeño entró a la habitación cerrando la puerta a su espalda, kushina vió a Minato con duda, se veía mal el chico- es raro, por qué lo trajiste?, lo rescataron de Rouran? ttebane- el Namikaze no escuchaba a su esposa, sólo quería solucionar la situación con el chico, la pelirroja lo vió con duda sin entender- estás bien?- el mayor salió de sus pensamientos, sonrió ligero, asintió.

Otro pasado, otro futuro (Itanaru)Where stories live. Discover now