Capítulo 3: Una Conversación Padre e Hija

97 3 1
                                    

Después de las palabras de odio a su padre Serena llega a la mansión donde estaban con sus abuelos paternos, al pesar de odiar a su padre ella quería a su padre, pero no le iba a perdonar tan fácilmente lo que le hizo a su madre, en cambio Rudi Frank va a la habitación de su hija donde ve una fotografía de ella con él cuando Serena era pequeña y comienza a llorar, pero intentaría recuperar a su hija

A la mañana siguiente

Múnich, Alemania

Mansión Schneider (Rudi Frank)

Comedor

Leah (reclamando): de no ser por esa mentirosa de Isabella, podíamos estar en paz

Eleanor (enojada) si esa maldita al igual que la estúpida de Serena destruyo la celebración de nuestro padre con mi madre

Karl (enojado dirigiendose a Eleanor): ¡TE CALLAS! Eleanor a esa mentirosa que llamas es mi madre legitima y a esa estúpida que llamas a la fiscal Schneider es mi hermana y les tendrás respeto te guste o no respeto, además ellas son importantes para nosotros los legítimos hijos de Rudi Frank e Isabella Schneider 

Ferdinand (enojado dirigiendose a Eleanor): Karl tiene razón tu y tu madre no tienen ningún derecho aquí en cambio mi madre y mi hermana la fiscal Schneider tienen el derecho de estar en esta mansión 

Kurai (enojada dirigiendose a Eleanor): tu no tienes derecho a llamar a Rudi Frank como tu padre Eleanor, a pesar de que cometimos el error de no escuchar a mi madre Isabella Schneider como lo dijo mi hermana la fiscal Serena Schneider ella tiene todo el derecho a esta mansión y al apellido Schneider

Rudi Frank (levantándose enojado): Karl, Kurai y Ferdinand tienen razón mi hija Serena e Isabella son dignas de entrar a esta mansión en cambio Leah y tu Eleanor no tienen ningun derecho a abrir las habitaciones de mi hija Serena y mi habitacion marimonial con Isabella 

Después de esas palabras Leah y Eleanor se levantan enojadas y salen de la mansión, mientras que Rudi Frank pensaba como hablar con su hija Serena

Mansión Schneider (abuelos)

Comedor

Isabella (dirigiéndose a sus suegros): lamento lo que ocurrió ayer 

Mía: no debes lamentarte Serena lodijo todo, pero tengo miedo

Derek: así es, Serena dejo de ser esa alemana feliz que era se ha puesto muy seria

Adele: es normal después de ver a su padre con la mentirosa que destruyo a su madre

Sigmund: se que Rudi Frank es mi hijo, pero se que en el corazón de mi nieta aun hay un sentimiento de amor hacia su padre

Serena (llegando): puede ser, pero seré imparcial

Después de tomar desayuno Serena se va al palacio de justicia, pensando muchas cosas relacionadas con su padre y al llegar se reencontraría con sus amigas

Palacio de Justicia Alemana

Meyer: bienvenida fiscal Schneider

Serena: muchas gracias, fiscal general

Meyer (presentándole su oficina): espero que sea de su agrado se le a designado a la abogada Kaltz y a la comisario Teigerbran como sus acompañantes

Serena (feliz): muchas gracias

Después de esas palabras del fiscal general Serena ve hacia afuera con su café con chocolate en sus manos donde no se percata de la llegada de sus amigas

Rastros de MentirasWhere stories live. Discover now