Prologo

1 0 0
                                    

Era soleado el día en el que no habían conflictos entre reinos en la Isla Sinnoh, un bebé recién nacido que brillaba como estrella hizo que el mundo empezara a cambiar.

La gente obtenía poderes y otros no, los usaban para bien y para mal, para destruir y fortalecer.

Durante muchos años la paz reinó sobre la tierra, no fue hasta que un guerrero cegado por el poder rompió la brecha de paz que mantenía a tres reinos unidos, All For One había acabado con los buenos tiempos para sembrar el terror.

El mundo se llenó de lágrimas, dolor y penas, la isla no era más que un cascarón humeante de sueños tristes y olvidados.

Después de años en la oscuridad, surgió un caballero, un guerrero y una princesa que en sus auras había esperanza y alegría, el caballero no tardó en unir fuerzas con los otros reinos, el guerrero se fortaleció y convenció a los suyos y la princesa pidió a su pueblo luchar a su lado y así entrar en una cruel batalla.

El bien había ganado y la gente pudo sonreír una vez más, el famoso caballero siguió ayudando hasta que los reinos estuvieran en armonía, el guerrero restableciendo hogares y alimentos ayudó mientras que la princesa atendía y curaba a los enfermos y heridos, los pueblos que estaban tan agradecidos con el guerrero lo llamaron Kudou, mientras que al guerrero lo nombraron rey, el rey de los dragones y la princesa que se había convertido en reina al demostrar ser digna, fue llamada la reina Artemisa.

El deseo del héroe Kudou era esparcir esperanza a todo el mundo que aún tenían conflictos, pero por desgracia en pleno camino hacia su meta, desapareció y solo quedó una espada que nadie podía portar.

Sus compañeros reyes al enterarse de su desaparición abrieron búsqueda pero no fue suficiente, al pasar los años los monarcas fallecieron dejando sus regalos al mundo, el rey dragón dejó sus collares y sus pendientes que le daban la habilidad de convertirse en dragón, la reina Artemisa dejando sus alas blancas, su arco y sus flechas.

Ambos monarcas murieron jurando que los verdaderos herederos de alma, sangre o espíritu ocuparían sus puestos si sus regalos brillaban.

Con el tiempo los nuevos reyes al tomar el mando los pueblos se dieron cuenta muy pronto de que sus monarcas tenían ambición, celos y odio entre ellos. Los pueblos empezaron a separarse pero aunque, aún se necesitaban los unos a los otros no había mucha hermandad como antes.

Poco a poco todo se fue olvidando, y las reliquias, las historias y hazañas que habían dejado los monarcas que unieron al mundo también.

Pero en uno de los reinos que tenía por monarca al Rey Enji, había un lindo y tierno niño de orbes verdes, cabello del color de la naturaleza y pecas de unos 10 años, que mientras jugaba en el bosque se adentró en una cueva e hizo brillar la espada...

En el reino vecino había una pequeña princesa de 8 años, que mientras exploraba y jugaba entre los rincones de su castillo entró al salón de las reliquias, toco las alas, el arco y las flechas y estas también brillaron...

En el tercer reino de los dragones había un niño de 10 años, con el ceño fruncido, de un cabello rubio cenizo que regresaba de cacería con su madre, pasaron por el salón real y los pendientes y collares también brillaron...

En las lejanías de estos reino en donde las reliquias resplandecían...un niño de orbes rojas, cabello celeste y con la piel delicada que al asesinar a su familia accidentalmente, enloqueció y fue recibido con los brazos abiertos por un hombre cruel y con oscuras intenciones...

‡★Mi mundo entero★‡Where stories live. Discover now