Irresistible Tentación +21

CAP 30: DISPUTAS

HAYLEY:

— Antes disfrutábamos de los tres por uno — dice Tanner mientras vemos el cartel en una tienda — Y ahora será literalmente.

— ¿Quieres que te saque una foto ahí? — dice Jax señalando el cartel de 3×1.

— Dale Hayley, para mandársela a Scott — dice Tanner sacando su celular del bolsillo — ¿Capta bien las indirectas?.

Ruedo los ojos. Mi celular está roto, asique cuando llegue a casa ya veo a Damon con los pelos de puntas decesperado por que no contesto el maldito celular.

¿Como mierda le digo que estoy embarazada de trillizos?.

Aún no puedo asimilarlo, de hecho mis hermanos están más feliz que yo, señalan tiendas de bebes, cuando bajamos las escaleras eléctricas ambos me agarraron de los brazos.

Los amo.

— Debe estar trepando por las paredes — bromea Jax.

— Si aún no ah matado a Stefano — Murmuro.

Joder, estoy asustada, no es que le tenga miedo a Damon claro, es todo, estoy embarazada de tres bebes, mi esposo no quiere tener hijos, y...

¡MIERDA!

— ¿Si?... Vale, estoy con ella — me congelo cuando veo a Jax hablando con alguien — ...Dile que estuvimos en el hospital por que Hayley calló en el hielo...Si, si Zen, esta bien...Vale, adiós.

Corta la llamada y lo miro con los ojos entrecerrados, se encoje de hombros y luego seguimos caminando.

No quiero llegar a casa.

《》

Son las once de la noche y me fui a las nueve de la mañana... Debe estar en la central.

Entro a la mansión luego de callar los ladridos de Roth. La mala noticia es que no falta ningún auto del monton que tiene Damon y la buena....

No hay buena.

No es el miedo, son los nervios.

¿Y si fingo estar ebria?.

Las luces estan apagadas y veo el pasillo donde conduce a la oficina de Damon, la mia, mi bibloteca y la sala de cine — la cual la luz está prendida — Suspiro aliviada cuando escucho la risa de Stefano.

Damon no está con el.

Debe estar en la habitacion o en su oficina.

¿Que carajos me pasa?. Le estoy teniendo miedo a Damon, ¡A un hombre!, no, no, no, son los nervios de decirle que estoy embarazada.

Subo la escalera a paso decidido mientras decido no contarle nada, mi mano tiembla cuando abro la puerta de nuestra habitación, trago saliva cuando veo su cirueta en el balcón mirando hacia la luna.

No me ve pero ya sabe que entre.

Sus músculos están tensos, sus hombros se mueven al ritmo de su respiración pesada. Me acerco lentamente y lo abrazo por atrás.

— ¿Estas enojado?.

— Enojado — repite en un bufido — Estoy furioso... Cualquier palabra se queda corta.