No hizo falta cerrar la puerta, ni largas palabras.
No hizo falta apagar la luz, ni cerrar las ventanas.
Las nubes ya me habían dicho, con colores apagados
que no se suponía que te quedaras.
En tardes como ésta, el día se hizo mar.
Letanías se asentaron como granos de arena
y la lluvia con fuertes golpes borró
gran parte de mis huellas.
La oscuridad convulsionó con una brisa fría
que caló en tus huesos y te hiciste noche.
Noche intocable de imponente presencia,
repleta de estrellas que llevan tu nombre.
No hizo falta que me advirtieran de las llamas.
No hizo falta que me hablaran de las promesas del cielo.
No hizo falta que supieras que en una tarde como ésta,
la espuma blanca y pura te llevaría muy lejos.
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Adiós en tu mirar.
PoetryAdiós, Goodbye, Addio. Las despedidas son tan variadas como los idiomas en el mundo, cada una con su manera particular de hacerse sentir en los labios y en la lengua. Despedidas de amigos, de amantes, del día que se acaba, de pedazos de ti y de mí...