segunda parte.

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Entre cafés y risas fluyo la charla; sus anécdotas y sus palabras mostraban que era una mujer de clase, extrovertida y muy dulce. 

—Harry—Me llamó entre risas. Me había concentrado en admirarla que había perdido la noción del tiempo.

 —Quiero llevarte a un lugar—dije de repente. Liberé una sonrisa y me pare del asiento.

Ella imitó mi accion, y la ayude a colocarse el abrigo mientras tomaba su bolso. Lleve mi mano a su cintura mientras la guiaba hacia la puerta. Fuera el horizonte estaba tintado con diferentes matices de anaranjado, la tarde se abría paso, e l tiempo había volado.

¿Cómo es que no me había dado cuenta? a su lado las horas parecían segundos.

Había comenzado a nevar, y estaba demás decir cuan frío se ponía Londres a esa altura del año. Su brazo se enganchó con el mío, mientras caminábamos alrededor de uno de los parques.

 —Gracias—murmuró su voz mientras su cabeza se mantenía agacha y su vista se concentraba únicamente en el patrón de nuestros pies al avanzar

 —¿Por qué?—Pregunté desconcertado mientras la miraba.

Nuestras piernas detuvieron el andar, y nuestras miradas se enfrentaron. Soltó mi brazo para colocar sus manos en mis mejillas y depositar un corto beso en mis labios, un beso que me hubiese gustado prolongar para todo el año, o para toda la vida.

 —Por esto, por todo—suspiró pesadamente—por salvarme, Harry.

 —¿Salvarte?—Sabía que tanto el tono de mis palabras,como mi rostro, mostraban cuan confundido me encontraba.

 —Olvídalo—Dijo entre suspiros y forzó una sonrisa—¿A dónde quieres ir?

Coloque mis manos en su cintura y la apegue a mi cuerpo para besarla. Podía sentir la mirada enternecida de los ancianos a nuestro alrededor seguramente pensado cuan feliz se veía una pareja joven, y lo cierto era que no éramos si quiera una pareja, había conocido a Aubrey hacia menos de un día y había despertado en mi sentimientos que ni siquiera sabía que albergaba.

Claro que, para ese entonces, yo tampoco sabía que ningún de los dos era tan feliz…simplemente nos dejábamos llevar por el momento, había llegado a creer que ella era mi alma gemela, la chica perfecta por la cual había esperado tanto tiempo. A quien quería proponerle casamiento y resguardar solamente para mi, protegerla, robarle risas y besos innumerables veces.

Nos sentía piezas de un maravilloso puzle, cuando estábamos juntos éramos uno, y no dos. Ella encajaba perfecto conmigo.

 Luego de unos minutos de caminata llegamos al London Eye. Ambos dejamos descansar nuestros brazos sobre una de las barandas, mientras nuestras vistas se posaban en el agua.

Su mano tomo la mía y entrelazo nuestros dedos.

 —Quisiera congelar el tiempo, y capturar este momento en este lugar junto a ti y guardarlo para siempre—Murmuró.

 Alce mi vista para verla, su rostro estaba serio…ya no reía, no bromeaba. Sus ojos capturaron los míos y esbozo nuevamente una sonrisa falsa. Podía sentir como trataba de decirme algo pero en ese momento no podía descifrarlo, tal vez nadie en mi lugar lo hubiera hecho. Sus ojos transmitían tristeza, nostalgia, algo roto en su interior que camuflaba con sonrisas.

She's gone {harry styles}Where stories live. Discover now