Towers. [Jarry]

Capítulo 1.

Recuerdo perfectamente aquella tarde.

Entraba en el Starbucks en el que trabajaba y en el que trabajo.

El era un cliente.

Iba con su amigo Louis.

Ambos reían, hasta que llegué yo, y les interrumpí.

Recuerdo la conversación.

-¿Queréis algo?-pregunté.

El de pelo rizado me miró y me dijo:

-A tí, nena.

Me sonrojé, lo sé cómo que sé qué me llamo Jade Thirlwall.

-No estoy en el menú, lo siento. Y ahora, voy con prisa. Hay cola.

Parecía uno de esos chiquillos tontos que no saben qué hacer.

¿Cómo diablos me enamoré?

Debería de repasar mi historia.

Porque esa es una gran pregunta.

Por qué ahora se ha ido.

Estábamos en la discoteca. Tras millones de cosquillas y suplicas de parte de Harry, terminé llendo a la discoteca, pero no bebería nada, ni probaría nada. Me lo prometí mí misma. El me dijo que cuidaría de mí.

¿Y por qué no cuidó de mi corazón? Porque lo que hizo fue romperlo.

Estaba llamando a Perrie, mi mejor amiga. Quería qué me recogiese a la vuelta. Ella, estaba con Zayn, por ahí. Siempre estaba con Zayn.

-Perrie, ¿Puedes recogerme? Vine a la discoteca con Harry y...-me senté en un banco.

Y entonces le ví.

Besándose apasionadamente con una chica.

Lo único que veía de ella era su gran trasero.

La respiración se me cortó.

No podía hablar.

-¿Y qué, Jade? ¿Jade? ¿Jade? ¿Estás?-le colgué en un ataque de... rabia, no lo sé.

Me acerqué lentamente a ellos. Estaban casi tirados en el suelo.

Le pegué un tirón a la camisa de Harry.

Se separó de la tipa.

-Tú, Harry, eres un puto mentiroso. No te vuelvas a acercar a mí, asqueroso de mierda. Me das asco. Me engañaste. Ni llamadas ni mierdas, ¿Va? Te conozco. Y no sé cómo no sospeché qué eras un hijo de puta.

Y salí corriendo de allí.

Lo dejé con la boca abierta. Lo sé porque olía a alcohol, su aliento. El qué tantas veces olí cuándo se acercaba a besarme. Cuándo me abrazaba.

No.

Me quité los pequeños tacones con los que me había arreglado aquella noche.

Llovía.

Y llevaba medias.

Qué se rompieran. A estas alturas, me daba igual todo.

Lloré.

Y corrí.

Y salté algún que otro perro.

Y me escondí.

Y me dormí de cansancio de llorar.

Le había dejado las cosas claras a ese tío.

¿Si volvía? Hasta ahí no llegaba su plan.

Sería instintivo.

Lo que sintiese.

Aquella noche tuve muchas pesadillas.

Soñé que una sombra me seguía. Hasta que yo caí, y me recogió, y me dejó en algún sitio, cómodo, y blando. Cómo las nubes. Cómo el aire.

Y qué después, me pegaba, me hacía daño.

Pero la realidad es esa, una batalla en mi corazón.

No siento nada.

Y de repente, volví a la realidad, dejé mis pensamientos para otro lado. Estaba en clase de conducir, y debía prestar atención.

Pero mi corazón sigue vacío.

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Ya serán más largos :D

Besos y gracias  por leer <3