ú n i c a - p a r t e

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❝La reina ha caído, es lo que todos murmuraban, no era cierto. Ella nunca caería de rodillas ante sus plebeyos, jamás. Antes muerta.❞

Para cumplir con tu objetivo tienes que eliminar cualquier obstáculo que se cruce en tu camino.

–¿De qué me sirve ser la mejor en todo? –cuestiono a punto de estallar en llanto.

–Te sirve para darle el ejemplo a los demás. –respondió con esa frivolidad característica de ella.

–También me cansé de tener que darle el ejemplo a los demás. Me cansé de intentar parecer perfecta. Lo importante es ser la mejor controlando a los demás, eso es lo que me enseñaste y eso es lo que aprendí. Y gracias, porque ahora no hay nadie que me pueda parar.

Este había sido el inicio de una revolución en su interior y cuidado mundo, tiembla ante su poder. Han creado al peor de las bestias, ninguna jaula podrá contenerla, deben tener miedo, demasiado, porque acabara con cada uno de ustedes, sugiero no toparse en su camino.

Ten cuidado con la corona, no se te vaya caer en la pista, reina.

–Espero que hayas aprendido la lección, chiquita. Acá la única reina soy yo, lo entiendes por las buenas o por las malas. –arrojo los patines de la ojiverde con sumo desprecio.

–Hazme lo que quieras, Ámbar, yo no tengo la culpa de nada. Tu solita estas cavando tu propia tumba, yo no he hecho ni haré nada para acabarte. No necesitas a más personas para hacer eso, contigo misma basta. –la estaba retando y eso empeoraba la situación.

–Aprende de una buena vez donde es tu lugar: En las suelas de mis zapatos, ahí perteneces. Yo en la cima del mundo y tú adorándome con fervor. No deseo lastimarte, así que por tu bien espero que nunca más te vea tratando de ocupar mi lugar.

–Recuerda, Ámbar. Mientras más alto subas, más dura será tu caída. Y ahí estaré yo, esperando verte caer. Ya te mostré que no necesito hacer mucho, al final siempre me quedo con todo lo que te pertenece. Esta vez no será la diferencia, caerás. –miedo es lo que recorrió su cuerpo al oírla, pero se contuvo de mostrarlo forzando una sonrisa cínica de las muchas.

–Lo siento, pero te queda muy grande mi corona, Lunita.

Había hecho lo que debía de hacer, no podía arrepentirse, el arrepentimiento era para los cobardes y la culpa para los débiles. Tal como lo dijo su madrina, el único familiar que conocía. Haría que se sintiera orgullosa de ella, no aumentaría una más a la lista inmensa de personas que las deja. ¡Ella no! Es su familia, la única que conoce. Si tiene que actuar y hacer cosas que no desea para que no la vuelva a dejar, lo haría.

Ella me hizo ver todo de manera distinta. Es como si hubiera tenido los ojos cerrados y me los hubiera abierto de golpe. Creo que me estoy enamorando de Luna. ✳

–Por favor, Matteo. ¿Me hablas a mí? ¿En serio me crees capaz de hacerle algo así a Lunita? No, mejor ni me respondas que ni quiero escucharte. Estoy realmente indignada con tus acusaciones, no tienes pruebas, no puedes venir simplemente y acusarme de... –la calló jalándola del brazo hasta afuera de su colegio, sin nadie que pudiera verlos o interponerse en su "discusión".

–No colmes mi paciencia, porque te juro que no me queda ni una gota. Estoy cansado de tus trampas, de tus juegos absurdos, de tus maldades sin razón. ¿Qué acaso te gusta ver sufrir a los demás? Pero por qué lo pregunto, es obvio. Te encanta, te regocijas lastimando a otros. –sus palabras dolían más que sus acciones, eran balas que atravesaban su cuerpo debilitado.

–Basta, Matteo, me lastimas. –odiaba mostrarse débil, pero él era su talón de Aquiles. Le dolía, dolía saber que nunca la amo.

–Ahora me pregunto ¿Qué se siente, Ámbar? ¿Te duele? ¿Te causa dolor? –apretó con mucha más fuerza su brazo. Disfrutaba de sus sollozos– Pues te diré como me siento yo. Muy bien. Ya veo por qué te gusta hacer esto, es fascinante ver como lloras, ver como sufres. Pero tu si te lo mereces, Luna no. Ojala pudiera lastimarte tanto como la lastimas a ella. No quiero verte nunca más en la vida. Eres mala, cruel y no necesito a una persona tan mierda como tú en mi vida. No te le vuelvas a acercar a mi novia, porque no respondo de lo que pueda hacer. Total, a ti ya no te veo como una mujer, sólo eres un mounstro.

La reina ha caído ➸ (One-Shot)Where stories live. Discover now