SPIDEYPOOL [One-shots]

Babyboy (+18)

El sexo con Wade era el más delicioso para Peter, el primero con el que tuvo relaciones y -según pensaba- El único con el que disfrutaba en todos los sentidos, en la forma en la que tomaba su cabello y tiraba de él, o cuando azotaba sus glúteos con la palma de la mano, adoraba cómo era tan dominante a la hora de hacerlo.

—¿Peter?—Era la primera vez que estaba en ese departamento sin ir "buscando" ayuda después de una lucha por estar algo lesionado.

—Hola Wade—Saludó con una sonrisa al ver cómo el confundido ladeaba la cabeza como un perrito que no entendía a su amo.

—¿Estás bien?—Preguntó, mirando al pequeño con más detenimiento.

El chico no podía dejar de imaginarse agitado, gimiendo bajo Wade, lo deseaba tanto que comenzaba a creer que no era normal.

—¿Sí?

—No lo sé, tú dime, yo noto tu cara algo roja—Señaló Wade, haciéndose a un lado para permitir el paso al joven araña, quien escuchó la puerta cerrarse a sus espaldas y una sonrisa apareció en su rostro, iba a conseguir lo que quería, casi podía asegurarlo.

Se tumbó en el sofá de Wilson, mirando distraídamente por la ventana, suspiró, jugueteó con las agujetas de sus tennis, se mordió los labios, se rascó la nuca, y puso la mejor cara de inocencia que tenía; sabía que Wade amaba verlo actuar como un niño pequeño.

—Wade...—Esa voz tan dulce hizo al mayor dar un respingo, ya que se encontraba mirando a su querido héroe sentado sobre su sillón interpretando ese papel de ser adorable.

—¿Sí, babyboy?—Preguntó, sentándose a su lado con una sonrisa.

Peter se quedó ahí, sentado, mordiéndose un poco los labios ya que en realidad no tenía nada qué decirle a Wade.

—Pete... ¿Qué pasa?—Sintió la mano del mayor tomarlo del brazo y sacudirlo levemente para que reaccionara.

—Nada, ¿está bien que solo haya tenido ganas de verte? Yo...—De un momento a otro se sentía avergonzado, ¿qué rayos planeaba hacer? ¿Solo estuvo aquí para tratar de que Wade se lo llevara a la cama? No, eso estaba mal.

—Hey, Peter...—El mercenario sonrío con ternura, como si comprendiera lo que pasaba—Lo lamento por lo que hicimos esa vez... no estás forzado a estar conmigo por "eso", solo fue que nos dejamos llevar por el mom..

—Me gustó, Wade.

Confesó, y entonces lo vio, por primera vez, quedarse callado.

—¿Viniste para informarme? Si es así me halag...

Peter lo interrumpió al tomarlo por el cuello de la sudadera y lo acercó hacia su rostro con gran facilidad, bueno, claro que Wade jamás pondría resistencia alguna.

—Quería repetirlo...
El mercenario lo besó, encendido al escuchar sus palabras, y eso fue suficiente para que Peter pudiera decidir que quería sentarse sobre el regazo del Wade, así que lo hizo, en un movimiento ágil y ligero.

Wade apreció cada parte del cuerpo del chico que ahora se restregaba en sus caderas, se deshizo de la camiseta de este para poder admirar ese bellísimo cuerpo, sus músculos, los cuales acarició lentamente con los dedos hasta llegar a un par de pezones rosados y tensos, los cuales pellizco, mordió y lamió, los sentía presionándolos contra su lengua y escuchaba los pequeños quejidos de Peter, quien se abrazaba con fuerza a su espalda.
—W-Wade... ¿Vamos a...

—¿Hace falta preguntar? —El mercenario se incorporó, obligando a Peter también a hacerlo por inercia, y miró cómo el menor nerviosamente se bajaba la ropa, no pudo evitarlo y sin previo aviso lo tomó de la nuca para besarlo profundamente de nuevo, juraba que lo haría siempre si pudiera, amaba la cercanía con Peter, el sentir su pecho vibrar contra el suyo, agitarse de la emoción, sentir sus labios temblar contra los suyos, no había nada que le gustara más que Peter entregándose a él.
Una vez sin el estorbo de la ropa interior, y mucho menos de ningún pantalón, entre besos fogosos y descontrolados guió al chico contra una de las paredes, y lo escuchó jadear deseosamente.
—Ven, babyboy, sube—Y el chico entendió a la perfección la orden: se abrazó al cuello de Wade y rodeó el torso de éste con las piernas, con una facilidad increíble, seguido de esto sintió cómo unas grandes manos masajeaban y apretaban sus muslos con ansias.

—Hazlo, Wade...—Le jadeó al oido, en el tono más dulce que pudo, porque sabía lo que volvía loco a su mercenario.
Podía sentirlo ahí, caliente y duro contra su entrada, entre sus glúteos, presionando con suavidad solo para hacer el momento más irresistible y excitante.

—Sí...—Lo sintió deslizarse en su interior con lentitud, en Wade esto parecía un acto de gran generosidad.

Por su parte Wilson estaba ardiendo en deseo por ese chico que tenía contra el muro de su sala de estar, al que estaba haciendo gemir con los movimientos de su cadera, mientras lo veía tocarse con sus propias manos, que le parecían adorables incluso haciendo aquello, no comprendía como era posible parecer tan inocente mientras gemía y gritaba de esa manera, y sin embargo ahí lo tenía.
—¡Wade... Ah! ¡Ah, ahí...! Mmmj...—Peter estaba disfrutando como nunca antes, sintiendo como las embestidas de Wade llegaban a su punto de placer, apretando sus piernas más y más en torno al cuerpo fornido del mercenario.
—Peter... Eres... increíble—Sus manos aún tocaban y apretaban los muslos de chico, sus ojos subían y bajaban, primero observaba su rostro y cómo se mordía sus rojos labios, irritados de haber sido besados tanto, y luego observaba cómo se tocaba, como subía y bajaba su mano sobre su erección, Peter era delicioso, perfecto, dulce e inocente, incluso cuando se lo estaba follando contra una pared, y cómo le excitaba eso, era su pequeño Babyboy, gimoteando su nombre, pidiéndole más.

—¡W-Wade...! ¡Ahh... !—Sintió los brazos del chico aferrarse con fuerza a él—No dejes de hacer... hacerlo...

Wilson conocía bien esos gemidos suplicantes de Peter: Sabía que iba a terminar; y eso lo dejaba a él en la misma condición de lo excitante que era, porque Peter Parker lo ponía más que cualquier mujerzuela.

—No duraré más, Petey—Su voz ronca emocionó al chico, quien temblaba de placer contra su cuerpo.

Pero diablos, Wade sabía que Pete lo estaba utilizando esta vez... No se atrevía a quejarse al respecto porque le encantaba, así que no era de gran importancia, quería disfrutar poseerlo de nuevo.

—Wa... ¡Wade...! Ah, Ah...—Ver a Peter venirse era lo mejor, la expresión de su rostro totalmente satisfecho le encantaba a Wilson, quien no resistió mucho más, y nuevamente se corrió en el cálido interior de Peter, el cual disfrutó sentir el líquido correr en él y llenar su interior.

—Ah... —Fue casi un quejido al sentir cómo su querido mercenario sacaba su aún duro miembro de entre sus glúteos, para luego, ser llevado -mientras seguía abrazado del torso de Wade- hacia el sofá, en el cual lo recostaron con delicadeza.

Jamás Wade se lo había hecho de esa manera, con pasión. Y no por simple urgencia de desfogarse. Esta vez lo había hecho casi con cariño, sin mordiscos salvajes o violentas embestidas.

—Peter...—Le llamó el mercenario, depositando un casto beso en los finos labios del menor—Si sigues haciéndome esto, vas a conseguir que me enamore de ti.

—¿Y qué hay de malo en eso?—Preguntó el chico, acurrucándose en el sofá, con una sonrisa tierna en los labios.