Capítulo 3 - Mucho sueño en una noche de verano

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— ¡Eso es imposible! ¿En qué se basa para hacer tal afirmación?


Lady Scarlet aún no daba crédito a lo que le estaba diciendo, aunque es muy posible que su estupefacción se deba principalmente a que se estaba reprochando que no hubiese barajado esa posibilidad. Con el poco tiempo que he estado hablando con la dueña de la mansión, he observado que es más perspicaz de lo que aparenta. Podría ser una buena detective.


— Contemple con atención el escenario, más concretamente su superficie. ¿No nota nada raro? —yo me quedé en el sitio mientras Lady Scarlet miraba más de cerca el suelo e incluso lo palpaba.


— No veo nada fuera de lo normal. El suelo está impecable y por tener no tiene ni una mota de polvo. Sakuya siempre hace extraordinariamente bien su labor, por eso confío tanto en ella.


— Y por eso mismo estoy segura de que el pudin gigante no subió al escenario. Permítame preguntarla, solo para asegurarme. ¿Cómo de grande es nuestro pudin? —una sonrisa orgullosa afloró en el rostro de la vampiresa.


— Enorme, más grande que un humano de estatura media. ¡Si estirabas los brazos ni siquiera podías rodearlo!


— Entonces no me cabe la menor duda de que para transportarlo necesitaríais la ayuda de algún tipo de carro u objeto similar. ¿Correcto?


— Así es, ¿pero qué más da eso?


— Importa mucho. Acaba de decir que el suelo está totalmente impoluto, así mismo tampoco hay ningún rastro de huellas de zapatos ni de ruedas por el escenario, en un suelo tan limpio cualquier mancha habría sido notoria. Por eso mismo estoy tan convencida de que nadie ha pisado este lugar hasta que llegamos nosotras.


Mi interlocutora entendió mi explicación, pero no parecía convencida del todo.


— Pero no tiene por qué haber dejado nadie huella alguna. Esta noche fuimos especialmente concienzudas con la limpieza y pusimos esmero en no dejar ni una pelusa en el escenario ni en cualquier utensilio que usasen las mayordomas, incluso las obligué a que lustrasen sus zapatos.


— Y no lo niego. Sin embargo, ¿limpió absolutamente toda la mansión? Estoy convencida de que tuvieron que hacer un buen trayecto desde la cocina hasta aquí y algo acabaríais arrastrando. No tiene por qué ser una mancha intensa, solo el simple hecho de empujar el carro arrastra suciedad y en otras circunstancias no se habría notado, pero en un suelo tan limpio como éste llama bastante la atención -la vampiresa se quedó pensativa, ahora se la veía más convencida.


— Puede que tenga razón, en estas circunstancias es extraño no encontrar ninguna huella. Además, el pudin llevaba bastante caramelo y casi con toda seguridad se habría vertido alguna gota en el suelo, por mucho cuidado que llevasen —después de autoconvencerse definitivamente, me echó una mirada y sonrió de forma que podía ver uno de sus blancos colmillos—. Creo que es usted la única persona de esta sala en la que realmente puedo confiar este caso. Ahora que sabemos que mi pudin no llegó a su destino, tengo ligeras sospechas que me decepcionan...


Lady Scarlet se dirigió hacia su hermana, quien había estado escuchando la conversación en absoluto silencio. Flandre dio un paso hacia atrás y dejó entrever la sorpresa en su mirada.

Hatate Holmes y el caso del pudin zampadoWhere stories live. Discover now