Crónicas De Una Mente Enferma

Estudios Extracurriculares

Llevaba dos años aproximadamente en el proyecto, que consistía en  algo tan simple como cursos que le hacían a gente sobresaliente en el estudio, en un programa perteneciente a una universidad, de esas que tienen mucho dinero. Ahí nos conocimos, y no pudimos esperar un día o dos, tuvimos que esperar años para tener una conversación decente, pues la verdad, no se veía decente nada en el... 

Aunque de cierta manera era eso lo que tenia como gracia.

''Solo conozco el lado extraño de vivir'' , se me venia a la mente cada cierto tiempo al conversar cualquier cosa sin importancia. Cada materia era molesta con su hiperactividad, con esa manera resonante de hablar, con voz de barril titilante, voz de pito infantil. Y la verdad no era lo que me molestaba de el, ya que a mediados del segundo año yo pude oír su nombre, pero el nombre de verdad, no ese que aparece en las listas, que te pusieron unos padres porque si, porque un nombre había que ponerle al engendro. Si no que era uno que se ponía adicional, y me preguntaba , QUE MIERDA HACE TAN IMPORTANTE QUE NECESITA OTRO NOMBRE. 

No fue hasta un taller de teatro en donde vi que un pequeño montón de compañeros se reunían a ver su croquera. El dibujaba, y no precisamente mal, si no que a un nivel similar al mio, pero no podía llegar y exponer delante de el. Que vergüenza...

Fue cierta envidia a la fama por algo que estoy seguro de que hacia mejor, y pues fácilmente se puede llegar a un tema en común cuando hay una ambición en juego.

Nos saludamos, le pedí ver la croquera y de paso le mostré la mía, y a base de alimentación nos comenzamos a conocer, y fue la locura de un niño mimado, lo suficientemente nutritiva como para hacerme cambiar de pensamiento y de perspectiva a lo largo de los años.

Años. Una que otra aventura, crecimiento y envejecimiento. Trabajo, adultez y deterioro.

El pudo describir, después de años intentandolo, (el amaba escribir, pero era algo flojo, todo le desmotivaba rápidamente) una fabula que adjunto en este cuaderno, que la verdad, viendo los talonarios de los estudios extracurriculares no puedo evitar ser asaltado por el disgusto de la falta de sentido, de la búsqueda de camino por perder algo que supongo que era muy valioso para mi. Fue un gran amigo igual, enloquecido, adicto a la atención, hedonista. Pero único en su especie de licantropo frustrado.  

Debo admitir que una lagrima, con muchísimas emociones, tanto rabia y pena como nostalgia y curiosidad se derrama, leve, casi escondida entre mi pómulo, tímida baja hasta detener su camino dejando su estela evidente.

Es una fabula infantil y sincera... resume gran parte de nuestra historia, del comienzo de todo esto... de las búsquedas incesantes de sentido y de voluntades. Manchas de comportamiento y emociones sin compartir, miedos y fervores que quedan derretidos en los paneles craneales de alguien que quiere seguir solo, pero sabe que no puede...

Siempre me guarde mucho, me guarde casi todo...

                                                                                 IAN TOLEDO BARRIOS