CAPÍTULO 5: BÁLSAMO

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- Cass, estás lastimada, deberíamos ir a un hospital, ¿No crees? – me preguntó.

- Odio los hospitales, y lo menos que necesito ahora es estar rodeada de personas, además, podrían llamar a mis padres, y ellos de ninguna manera, pueden enterarse de esto. – Expresé con desesperación.

- Vale, vale... - Asintió y buscó dentro de sus bolsillos, sacó un pañuelo y se acercó al lago para humedecerlo. - ¿Me permites? – preguntó al regresar frente a mí y se inclinó para tomar mis manos. Yo asentí y las extendí hacia él, viendo cómo las tomaba entre las suyas y con el pañuelo, removía los rastros de sangre con mucha delicadeza, repitiendo la acción sobre mis mejillas. Luego se quitó su abrigo y me lo entregó. – Ten, está haciendo demasiado frío, dudo que el que tienes puesto sea suficiente. Podemos ir a una farmacia por algo para el dolor, si quieres. – Se ofreció en tanto que yo me colocaba su abrigo.

- ¿Por qué haces esto? – le pregunté confundida. – Digo, no me conoces, no soy alguien importante para ti, no deberías hacer nada por mí. – Dije incrédula.

- ¿Quién dice que no? Papá me envió para ayudarte. – Declaró seguido de un guiño y mi corazón se llenó de aliento.

- Muchas gracias por tu amabilidad, Wayne – dije dedicándole una pequeña sonrisa, para luego colocarme en pie. – Prefiero volver a casa antes de que se den cuenta de que me escapé, y así evitar los regaños que claramente merezco, pero no deseo recibir. – Expresé luego de un pesado suspiro.

- Está bien, te escoltaré. – Manifestó colocándose de pie con una cálida sonrisa con la que experimenté una agradable sensación de seguridad.

- ¿Sabes dónde estamos? Porque yo no... - Susurré y él rio.

- Claro, tu dime la dirección y te enseño el camino. – Expuso y al cabo de 1 hora a pie, llegamos a mi casa.

- Muchas gracias por todo, Wayne. – Susurré con los ojos cristalizados por la tensión de regresar a casa luego de todo lo ocurrido. Me quité el abrigo y se lo entregué con mi corazón a mil, hecho pedazos... lo único bueno de esta noche, había sido su compañía.

- Cass, sé que esto te seguirá afligiendo y que tendrás que enfrentar situaciones complejas después de esto, pero no temas, todo va a estar bien, te lo aseguro. – Dijo mirándome fijamente y yo asentí con lágrimas brotando de mis ojos, para luego darle la espalda y entrar a mi casa en absoluto silencio, secando mis mejillas.

GRACIA ©Where stories live. Discover now