Solo son simples trazos (parte 2)

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Mierda...

Sentí como mi piel se erizó y di un brinco,  cuando lo ví ahí parado en la puerta.

-¿Que ocurre contigo? ¿Por qué tienes fotos mías? ¿Eres un depravado o algo por el estilo?.-
Comenzó a acercarse a mí y yo me ponía muy nervioso, me inspiraba cierto temor.

-¡Aléjate de mi! ¡Sucio!.-
Lo empujé y salí corriendo como alma que lleva el diablo.

Tenía fotos mías... Dibujos míos con ropas muy curiosas y llamativas en el sentido de que, mostraba mis piernas o bien mi pecho, pero algo de mi cuerpo tenía que estar a la vista.

Llegué a mi casa bastante distraído, decidí no cenar y me encerré en mi habitación a pensar... ¿Me acosaba?
No podía creer lo que ví en esos papeles.

Al final me quedé dormido, hasta soñé que le hablaba a ese chico... Vaya que me ha traumado.

En la mañana mi madre me regañó por no haber cenado pero me daba igual. Hoy tenía clases muy ligeras, era viernes de talleres.
Caminé a paso a tranquilo a tomar el autobús y me topé con Aoi.

-Buen día ¿Que haces por aquí?.-
El dio un largo bostezo y se estiró un poco.

-Buen día divaza... ¿No es obvio? Espero el autobús-
Rodé los ojos ante su necia respuesta.

-Sabes bien a lo que me refiero, negro.-

-Oye no... Ah solo bromeo, vine a ver a un amigo mío que vive cerca de aquí y me quedé en su casa. Y no me llames así, sabes que me enfada.-

-Tu te lo buscaste por necio y además tu me llamas "enana" y soy varón, no soy niña para que me llames así.-
El siguió fastidiándome, es el típico amigo que es cariñosamente burlón
El solo rió y revolvió mi cabello, a lo que yo le di un manotazo.

-No, eso no. Tardo mucho en cepillarme el cabello como para que tu lo despeines.-

Seguimos conversando en el autobús y al llegar a clase, Uruha dormía plácidamente en su mesa y Kai hacía sus tareas.

-Buen día perras.-
Aoi le dio un manotazo a Uruha en su nuca y con las mismas se sentó riendo por lo bajo.

-Ay... ¿Que mierda te pasa?...-
Apenas abrió los ojos y solo para reclamarle y con las mismas volverse a dormir.

-Que tosco.-
Kai solo siguió con lo suyo dejando ese comentario al aire.
Yo me senté y me apoyé en el respaldo dejando salir un cansino suspiro.

-Oye, Aoi, ahí está tu amorcito.-
Kai habló sin dejar de mirar su libreta y yo por chismoso miré y ví a Kazuki parado en la puerta.

-Ay no... Hey, no es mi "amorcito" solo es un fanático.-

-¿Fanatico de qué?.-
Hablé a modo de burla y el solo se levantó y fue donde Kazuki.

-¿Que hace él aquí?...-
Un Uruha adormilado se tallaba sus ojos y se movía con toda la pereza existente en este planeta.

-Vino a ver a su Aoi.-
El me miró con el ceño fruncido y pude escuchar una risa ahogada por parte de Kai.

El maestro entró y Aoi corrió a sentarse.
Como es de costumbre me aburre esta clase y la que sigue y la sigue...
Ahora me arrepiento de no haber hecho esa tarea ayer.

Para el descanso aproveche y compré toda la comida que pude para meterla clandestinamente al salón.
Le estuve lanzando papitas y chetos a Aoi, el varias veces me los regresó, dejamos hecho un desastre el suelo y nos vimos obligados a limpiar.

Por fin... La hora del taller. Tenía tanta curiosidad, los chicos aún no sabían nada. Mejor así.

-Apesto a Chetos por tu culpa, Matsumoto.-

-Me seguiste el rollo... Tú también tuviste culpa.-
Nos sentamos en nuestras respectivas mesas del salón de artes, Uruha parecía más adormilado de lo normal y entonces recordé algo...

"Fui a ver a un amigo que vive cerca de aquí y me quedé en su casa."

Si mi hipótesis es correcta, ese amigo es Uruha, el suele irse con su hermana por eso no toma autobús conmigo.

-Oye... Uru...-

-¿Uhm? Dime...-

-Me das mucha pereza... Ah lo que decía estuviste con Aoi ayer ¿verdad?.-

-Se quedó a dormir y la pasamos jugando turista y damas chinas... ¿Por qué?.-

-Nada más ¿Por qué no vino contigo a la escuela?.-

-A mi hermana no le agrada Aoi... Y se negó a llevarlo...-
No pude evitar reírme ante eso.
El antes mencionado y Kai, se unieron a la conversación y estábamos muy entretenidos, hasta que Kai interrumpió la plática.

-Oh no... Lo están molestando.-

-¿A quien?.-
Pregunté arqueando una ceja  esperando que me contestase pero en vez de eso recibí chiste de Aoi.

-A tu "Romeo".-
Rodé los ojos y miré hacia dónde venían risas y burlas.

-¡Come una crayola! ¿No que te gustaban? Vamos comela.-
Shou y sus amigos idiotas trataban de meterle una crayola en la boca.
El solo volteaba la cara tratando de desviar la mano de Tora, quien tenía tres crayolas agarradas mientras que Shou le echaba porras.

-Uhh ¿que es esto? Un bello dibujito, sería una lastima que alguien lo raye no sé, tal vez con un Crayón.-
Le arrebataron su hoja y amenazaron con pintarla.

Hasta aquí.

-Quien sabe por qué se empeñan en molestarle ¿Ruki? ¿Donde vas?.-

-Espera, Ruki.-
Kai trató detenerme pero hice caso omiso, fui y le arrebaté el dibujo a Shou.

-Dejalo en paz, ve a joderle la existencia a otro.-

-Mira... Ten cuidado, si te enojas sudas y se te puede correr tu maquillaje, perrita, ahora vete y métete con alguien de TU TAMAÑO.-
Desde que le ganamos en el concurso de bandas de hace un año nos trata como mierda... ¿Que es estar ardido? He aquí un ejemplo.

El iba a jalarme el cabello pero el rubio lo detuvo agarrándole la mano con dureza, torciendola.

-El problema es conmigo, a él no lo tocas.-

-Reita... Suelta, me estás lastimando.-
La cara de dolor de Shou, más la de terror de sus amigos era algo digno para fotografiar.
El lo soltó, se fueron despavoridos a su lugar.

-Ya lograste darles miedo,  no te molestarán más.-
Le regresé su dibujo y con las mismas me dí la vuelta.

-E-espera... Lo siento.-
Tomó mi mano deteniendo mi andar y con las mismas la soltó, miraba hacia el suelo y se notaba nervioso.

-¿Que?.-

-Bueno... Yo... Gracias, ten... Quedatelo.-
Me extendió el mismo dibujo, seguía sin mirarme. Tomé la hoja y tras agradecerle me fui a mi lugar siendo observado por mis amigos.

-A verlo, a verlo.-
Uruha como pudo se alchocó lo más cercano a mío posible.
Miré el dibujo y volvió a sorprenderme.

-Oh, está muy profesional.-
A Kai casi se le cae la quijada y Aoi solo miraba atónito al igual que Uruha.

Como siempre, yo soy el protagonista, plasmó el momento en que estoy sentado mirando a la maestra mientras habla, de fondo se puede ver a Uruha de perfil también, sentado perdido en su mundo. Por inercia sonreí, tenía manos para esto.
Mi mirada se dirigió hacia el dueño de dichas manos, quién se encontraba dibujando de nuevo.

La maestra entró y no quedó de otra más que dejar la plática para otro rato. Seguía mirando ese dibujo y de vez en cuando, al artista del mismo.

¿Por qué lo defendí? ¿Que me pasó?
Esas preguntas rondaban mi cabeza. A pesar de haber descubierto que me acosa y bajo ciertos ángulos me incomoda, fuí de idiota a defenderlo... Puede que lo malinterprete... Esperemos que no.

Aquí el segundo, está historia... no sé... Como siempre no confío en lo hago y más en que soy nuevo... Espero les esté gustando ¡Gracias por leer!

El acosador.Where stories live. Discover now