1. Capítulo

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Fue poco antes de que comenzara el verano cuando junto con mi familia decidimos volver a nuestra antigua ciudad

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Fue poco antes de que comenzara el verano cuando junto con mi familia decidimos volver a nuestra antigua ciudad. Hacía poco más de cuatros años que nos habíamos ido de ahí, por razones desconocidas, un día mi madre simplemente lo decidió así. Ahora el regreso era por mí, extrañaba a mis antiguas amistades y familia, además que me interesaba una universidad de esa localidad.

Miriam, mi madre, había estado remodelando nuestra antigua casa, esta casa se situaba a las afueras de una pequeña ciudad al sur de la capital, la cual era reconocida por tener una buena universidad (a la que justamente quería entrar), pero no mucho más que eso. La parcela era relativamente grande, por lo que decidió disponer el espacio sobrante para construir una clínica de animales propia, hasta ahora había estado trabajando en una zona bastante concurrida de la ciudad, donde le llevaban todo tipo de mascotas exóticas, ganaba bastante bien, y tenía un buen puesto, pero sabía que extrañaba atender animales de granja, ver esos "hermosos partos en la naturaleza" como solía decir, rehabilitar y pasar a tareas menos típicas; por otro lado, su sueño siempre fue tener un lugar propio para atender, ser dueña; y ahora lo iba a conseguir.

Daniel, mi padre había conseguido un traslado de trabajo y mi hermano ya había sido aceptado en una escuela para cursar su último año, solo me faltaba a mi entrar en la universidad, ya me había saltado un año en el que preferí pasármelo trabajando, no podía dejar pasar otro.

Habíamos pasado el último mes embalando todas nuestras pertenecías desde las menos útiles a las más útiles para enviarlas a nuestro antiguo hogar, después de todo la casa debía quedar vacía, la pondrían a la venta; por lo que era un cambio definitivo.

Y llegó el momento, nos encontrábamos los cuatro en el auto camino a nuestro nuevo y a la vez antiguo hogar. El viaje fue bastante silencioso, con mi hermano nos la pasamos durmiendo o viendo videos, se le veía ansioso, Mati, mi hermano acababa de cumplir diecisiete el mes pasado, por lo que no recordaba mucho de nuestra vida en la parcela, además que cuando vivíamos ahí él recién tenía trece años, estaba pasando su etapa de "niño rata" cómo solía llamarse, y eso hizo que lo olvidara más aún, odiaba que le recordaran esa fase. Debido a sus escasos recuerdos, su ansiedad era mayor al volver, ya me lo había comentado, él odiaba socializar y sabía que tendría que hacerlo, ya fuera con la gente que conocíamos o cuando entrara a la escuela, la idea de esta mudanza no le gustaba mucho.

La parcela estaba a unos veinte minutos de la ciudad. Al llegar vimos la nueva clínica veterinaria, a su lado tenía un establo o algo que se le parecía y al final estaba la casa, era muy moderna, seguía manteniendo la misma estructura, pero todo lo demás era diferente. Se veía gran parte del interior a través de los ventanales en la primera planta como el comedor y la cocina. El interior de la casa estaba repleto de cajas de todos los tamaños, pero podía imaginarme lo hermoso que quedaría todo cuando estuviese listo, aun así, era realmente difícil caminar entre tantas cosas lo que nos incomodaba bastante.

Crucé una mirada fugaz con mi hermano en la entrada, al instante comenzamos a correr al segundo piso detrás del mismo objetivo. Di una rápida mirada a las últimas dos habitaciones y elegí la que a mi parecer era más grande y linda, se podía ver la entrada de la parcela desde aquí, así podría ver quien entraba y salía, algo bastante intruso de mi parte, pero completamente necesario.

𝙇𝙖𝙨 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙩𝙪𝙨 𝙗𝙚𝙨𝙤𝙨   [EN PROCESO, ACTIVO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora