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—Bueno, ¿entonces te quedas aquí? —preguntó Kou a su novio, el cuál estaba recostado en la cama mirando Twitter desde su Laptop.

—Si amor, no te preocupes por mí. Seguramente me quedé toda la noche aquí.

—Está bien. Igual no estarás solo, Taka no quiere ir porque no sé qué está haciendo. Así que cuando vuelva no quiero ver al enano enojado porque lo molestaste, ¿Ok?

—Ok mami. —le dijo a su querido novio el cuál solo se limitó a reírse.

—Entonces, ¡Nos vemos más tarde Yuu! Y espero que todavía quieras jugar conmigo cuando vuelva... —dijo "inocentemente" mientras se mordía el labio apoyado en el marco de la puerta.

—Como siempre bebé. Nos vemos. —le tiró un beso desde su lugar, mientras este cerraba la puerta y lo dejaba sólo.

Kou bajó al primer piso para encontrarse con Akira y Kai, los cuáles se habían cansado de esperarle.

—¡Al fin que bajas! —exclamaron los dos casi al unísono.

—Agh, ya cállense. Vámonos de una vez, se hace tarde. —les pegó a ambos en la cabeza y se fueron de una vez por todas al bar por la puerta principal.

Aoi escuchó que su novio y sus amigos ya habían dejado la casa, por lo que decidió apagar el Laptop y recostarse un poco. Pero se acordó de algo importante: Era el momento perfecto para molestar a Takanori.

Se levantó de su cama y abrió la puerta con sumo cuidado. Camino lentamente hacia el cuarto de Taka, el cuál estaba frente al suyo, pasando el de Kouyou.

Una vez frente a la puerta se cuestionó si debía entrar o no; sea lo que esté haciendo Ruki, si se enfadaba, estaba más que claro que terminaría muerto.

—Bueno, tuve una buena vida... Te extrañaré Kou. —murmuró para él mientras abría la puerta sin hacer el mínimo ruido.

Lo que vio en aquella habitación lo dejó pasmado.

Ruki, el cuál estaba de espaldas, se estaba mirando frente a un espejo probándose lencería de mujer; tenía unas bragas negras junto con un porta ligas del mismo color , las cuales definían perfectamente la cintura y el trasero del menor.

Aoi no reaccionaba. Se había quedado atraído ante tal escena.

Definitivamente Takanori era alguien muy sexy. Definitivamente quería follárselo ahí mismo pero algo lo impedía: ambos tenían pareja.

—Joder... —murmuró Aoi un poco fuerte, logrando ser escuchado por el menor.

—¿Aoi? —preguntó desconcertado el pequeño.

El pelinegro se adentró en el cuarto cerrando sus ojos con fuerza, esperando a recibir su sentencia de muerte por parte del contrario.

—R-ruki antes que nada, yo puedo explicarlo. Yo estaba... —fue interrumpido por este.

—¿Espiándome? Ya sé que me tienes ganas, Yuu.

—¡N-no! No es eso...

—Muchas veces en los shows me mirabas como si de un pedazo de carne se tratase pero... ¿Nunca hiciste nada porque tú estás con Uruha y yo con Akira, verdad? Soy tu placer culposo. —el más pequeño había dado justo en el blanco.

El mayor se quedó en silencio; en parte Ruki le parecía totalmente atractivo, y aún más con la lencería que llevaba puesta en ese momento.

—¿Sabes algo? Tú también me atraes. Y no sabes cuánto. —Takanori se fue acercando seductoramente hacia el mayor—. No sabes las ganas que tengo de jugar con esta bestia que está aquí debajo. —dijo apretando el miembro de este, sacándole un jadeo.

pequeño travieso ⸙ aoiki.Where stories live. Discover now