Ni un paso atrás

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Después de escuchar aquello tuve que respirar hondo muy fuerte para contenerme. Lo que le hubiese dicho de haberme dejado llevar por uno de mis prontos ni se acercaría a la reacción que finalmente tuve.

- Eres muy cabrona, tía - le dije en voz baja y asegurándome de que Mimi no aparecía por la puerta aún - pero no voy a caer en tus provocaciones si es lo que estás buscando, vas a llenarte de mierda tu solita sin la ayuda de nadie...

Rió y su carcajada me hizo desesperarme aún más.

- Eres tan mona... - me miró dándome un repaso curioso - ya veremos quién acaba enfangada de mierda aquí

En ese momento escuché las llaves titubear en la puerta y de inmediato cambié mi gesto decidida a obviar todo lo que acababa de escuchar. No iba a permitir que mi rabia volviera a hacerme perder el control, mi prioridad era estar bien con Mimi y si tenía que acabar con la lengua morada de tanto mordermela, lo haría.

- Madre mía que hambre - dijo Estrella agarrando la caja de pizza para ayudarla - y vaya repartidora guapa - palmeó su trasero mirándola de arriba a abajo

La podría haber matado pero es que en aquel momento incluso la entendí, Mimi llevaba la camiseta caída y tenía un brillo en la cara que la hacia estar más sexy que de costumbre. Yo me acerqué a ella y besé su hombro. Sí, era ridículo porque estaba intentando marcar territorio, pero recibir algún gesto de ella delante de Estrella era la única forma de tranquilizarme un poco y sentirme cómoda. Y lo hizo, me rodeó con sus brazos y me apretó mientras besaba mi cabeza. Yo suspiré aliviada y volví a sentir la seguridad que necesitaba. Lo que había entre nosotras era tan palpable cuando nos abrazabamos que la energía que se intercambiaba por nuestros cuerpos parecía poder hablar. Yo al menos lograba entender lo que me quería decir y estoy segura de que ella también. Mimi quiso demostrarme en aquel momento que yo era lo primero para ella, y yo le apreté en un segundo queriendo hacerle ver que lo sabía, pero que necesitaba volver a sentirlo. En ese momento vi como Estrella, incómoda, entraba en la cocina dejándonos solas en el salón.

- ¿Habéis hablado? - preguntó Mimi casi susurrando

- ¿Qué?

- Que si hay buen rollo ya... que esto es muy incómodo para mí, Ana

- No hemos hablado pero por mi parte está todo olvidado, tranquila - mentí para tranquilizarla y le acaricié la espalda

- Gracias - dejó un beso en mis labios - vamos a comer anda - apretó mi culo con sus dedos afianzando mi confianza

Sé acercó a la mesa y al sentarse retiró la silla de su lado buscándome con la cabeza para que me sentara allí. Estrella se sentó justo en frente y yo no pude evitar darle un beso en los labios para que le quedara bien claro que ya no tenía miedo de nada, ni siquiera de sus amenazas porque estaba totalmente segura de la estabilidad de mi relación.

- ¿Te vas a zampar esa pizza tú sola? - preguntó Estrella a Mimi

- No, joder... - rió - es para las dos - me acercó un poco la caja de pizza - bueno, y si tu quieres probarla puedes coger, claro... - dijo algo apurada

- No, no... yo no como porquerías por la noche - rió mientras sacaba su ensalada de la bolsa

Daba igual de qué hablara y en el momento que lo hiciera, cada una de las palabras que salían de su boca me pateaban el estómago bruscamente. Creo que nunca hasta el momento había sentido odio por nadie pero ella estaba haciendo méritos para ser la primera persona en el mundo a la que le desearía lo peor con toda mi alma.

- Entonces... ¿Paula está soltera? No tenía ni idea...

Mimi intentó en varias ocasiones adentrarme en la conversación que ambas tenían sobre sus amigas, pero ese tema en concreto parecía que le interesaba bastante y se mostró atenta olvidándose de mi aburrimiento.

La revolución.Where stories live. Discover now