Cerdito en el ferrocarril, recogiendo
piedra. Por aquí pasó una locomotora
que rompió los huesos del cerdito.
—¡Oh! —dijo el cerdito—. ¡No vale!
—¡Oh! —dijo el conductor—. ¡No me importa!
Cuento tradicional escocés
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Wintherker
HumorDos cosas hacían famosa a Edimburgo. La primera era el drambuie, la mejor bebida para embriagarte hasta perder la cabeza. La segunda era Holy Ruid. Ignorar a la población que estaba más allá del pantano resultaba imposible. Además de fungir como cun...