Críticas críticas

Reseña: Hugo, el loco

DATOS GENERALES

Título: Hugo, el loco

Autor: Ismael Vargas Osiris

Categoría: Misterio

Estado: Terminada

Sinopsis

Un misterio se esconde en la casa verde que se encuentra en la esquina de Olmo y Montecillo.

Los rumores sobre un niño desequilibrado y peligroso recorren la ciudad como tantas otras leyendas urbanas, con la diferencia de que ésta es real.

Muchas personas han querido descubrir lo que pasa con Hugo, pero el único que conoce los secretos de la casa es su compañero de celda, el enigmático Matías.

Adéntrate en el mundo de la locura tras las huellas de su inusitado guardián.

RESEÑA

Antes que nada, si alguien se pregunta por qué publico una reseña sobre una obra que (tal vez) ya ha sido reseñada por infinidad de personas, la respuesta es simple: el trabajo de Ismael me dejó con su gustillo agridulce que hace tiempo quería quitarme de la boca.

¿Agridulce, Anna? Pues da el caso de que es así. Les explicaré a continuación a qué se debe.

Empezar a leer una historia es como firmar un pacto con el autor. Él debe persuadirnos, buscar la manera de que nos adentremos al mundo que ha creado seduciéndonos con una serie de elementos que, bien manejados, nos hará imposible resistir la tentación de leer lo que escribió.

Esos elementos, ese enamoramiento que el autor crea en nosotros, se llama primera impresión. Todos los autores cuentan con las mismas herramientas y es deber de ellos aprender cómo las van a utilizar.

Resulta que Ismael Vargas supo hacerlo a la perfección. Eligió un título incitante, dotó a su historia con una portada hermosa y significativa, creó una descripción que invita a leer... ¿El resultado? Enamoramiento a primera vista.

Sí, enamoramiento, no "amor".

Me parece gracioso hablar sobre amor cuando hablo de Hugo, el loco, pero es la única historia con la cual podría utilizar este recurso. ¿Por qué? Porque con ella me ocurrió lo mismo que a mis amigas con sus novios.

Verán, conocí la historia cuando apareció en la lista de ganadores de los Wattys. Así es, como si alguien llegara y me dijera: "Anna, mira ese chico, es guapísimo y le gustas". No pude evitar ir a ver por mí misma si el chico realmente estaba guapísimo, ya después me preocuparía por ver si le gustaba o no.

Como dije, fue enamoramiento a primera vista. Quise saber más de la historia y empecé mi viaje por ella con un primer capítulo donde nuestra relación se fortaleció. Y luego... vi los defectos.

¿De qué mierda hablas, Anna? ¿Te volviste loca?

No, querido lector, no me volví loca. Lo que ocurrió fue que el chico guapísimo no era tan guapísimo. La unión de la portada y la descripción me hizo pensar que el narrador de esta historia sería nada menos que... un gato. Sí, un gato. Y al principio fue así. Como dije, en el primer capítulo. Después la cosa cambia.

Pero igual que les pasa a mis amigas con sus novios, ya iniciada la relación fue difícil terminarla porque, así como la magia que me hizo enamorarme al principio desapareció, encontré otros motivos para quedarme a leer.

Dejemos ya los comparativos con el amor (lo retomaremos al final) y vayamos a la parte literaria.

En Hugo, el loco, Ismael crea una de las historias Wattpadianas más exquisitas que me he encontrado. Si bien fue una decepción ver que prometía algo y no lo cumplía, lo que sí podía darme como lectora fue una narrativa atractiva y una historia que no puedes dejar de leer.

Esto último es lo más importante. Los escritores, una vez que un lector llega a su historia, tienen la obligación de mantener al lector en la lectura (que horrible suena, pero no sé cómo más explicarlo). Es una obligación porque, si el lector se va, ya perdió su tiempo empezando algo que no va a generar ninguna ganancia en él. No habrá una historia completa, no habrá mensaje, no habrá aprendizaje. Ismael consigue reparar la decepción inicial generada por el cambio de narrador y nos persuade con su escritura por sí misma y su creatividad para narrarnos la historia.

De principio a fin, Hugo, el loco se convierte en una adicción para el lector y, lo más importante, nos presenta varios mensajes implícitos que nos ayudan a crecer como personas. Ya será tarea del lector si aplica las enseñanzas o no, pero el autor ha cumplido y eso es lo que importa.

Volviendo a la temática del amor, tal vez Ismael hizo que mi enamoramiento por la historia terminara, pero lo reemplazó por algo más fuerte: el amor por ella. Y eso, hay que decirlo, es algo que no muchos escritores pueden lograr.