Amor de verano

25 0 0
                                    

Una noche de verano estábamos sentados en la cabaña, nuestros pies estaban entrelazados al igual que nuestras manos. Recordamos las memorias que creamos juntos. Como el día en que nos conocimos en aquella colonia de verano a los diez e instantáneamente nos volvimos amigos inseparables. O como lloramos cuando esa pequeña aventura terminó (especialmente yo). Te conté la felicidad que tuve cuando me hablaste un viernes por la noche escondida en el galpón de mi casa con el teléfono móvil de mi mama en una mano y un paquete de gomitas en la otra que te mudarias al mismo barrio en que vivía. Revivimos todas las fiestas y salidas tanto nocturnas como diurnas en contra de mi voluntad, pero igual me convencías de todos modos ante mi testarudez. O esas primeras vacaciones de verano que finalmente pudimos convencer a nuestros papás de ir solos a esta hermosa cabaña. Y en cómo me llevaste de paseo por tierra y agua tomados de la mano y sosegaste mi miedo de caerme diciendo que no me dejarías sola y como tus suaves labios chocaron con los míos confesando uno al otro lo que sentíamos. Revivimos ese momento en que te convencí de mudarnos a esta cabaña para jamás regresar y empezar nuestra vida juntos como marido y mujer y aunque para mi sonara alocado, para vos fue la mejor idea del mundo. Y en este momento, abrazados uno junto al otro, esperando que el fruto de nuestro amor, crezca cada día un poco más, mientras le empezamos a contar nuestra hermosa historia de amor de verano.

Amor de veranoWhere stories live. Discover now