la bikina

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Solitaria

Camina la bikina

La gente se pone a murmurar

Dicen que tiene una pena

Dicen que tiene una pena que la hacer llorar

Papeles, voces y chirridos de los zapatos resonaban por la famosa disquera. Todos estaban apurados para sacar todos los proyectos de la semana. Ruido por doquier se escuchaba, hasta que el ascensor se abrió dejando ver al hermoso dueño de la disquera. Todos guardaron silencio y miraban al su jefe. Varias chicas suspiraban al verlo. Algunos jóvenes se acercaban a él para firmar algunos documentos. Otros comentaban los chismes con los nuevos empleados.

- Dicen que tiene una pena que lo hace llorar.- comento la recepcionista con susurro

- Emilia deja de estar de víbora y ponte a trabajar si no quieres que te corra.- comento aquel hermoso adulto. La joven asustada comenzó de nuevo a teclear la computadora.

Altanera, preciosa y orgullosa

No permite la quieran consolar

Pasa luciendo su real majestad

Pasa, camina y los mira sin verlos jamás

Frederick carriendo de fazbear era una persona amable, tranquila y cariñosa con sus seres amados. Pero cuando se trataba de negocios se volvía ese aquel hermoso ser altanero y orgulloso. Muchos de los que lo conocieron les sorprendieron el cambio de actitud de aquel adulto. Pues rumores se escuchaban por aquellos pasillos. Unos decían que mato a su esposo por la empresa, otros que tenía otra vida. Mas muy pocos...los más cercanos a ellos sabían por qué...pues siendo millonario y con una belleza que toda mujer desearía era perseguido por mujeres y hombres jóvenes, también de su edad no desaprovechaban esa oportunidad...claro está que de ahí venían esos rumores...rechazaba cualquier invitación.

La bikina

Tiene pena y dolor

La bikina

No conoce el amor

Los pasos resonaban por aquellas escaleras de metal. Todos miraban con asombroso al dueño de la empresa. Cantantes lo saludaban con normalidad, unos otros se acercaban a él para pedirle una cita pero con una sonrisa burlona y ese encantador brillo en sus ojos rechazaba cada propuesta. Dejando con las ilusiones destrozadas de aquellos jóvenes

Altanera, preciosa y orgullosa

No permiten la quieran consolar

Dicen que alguien ya vino y se fue

Dicen que pasa las noches llorando por el

El señor fazbear fue recibido por su chofer que de inmediato le abrió la puerta. Entro al auto y cerró la puerta. Fredercik miraba aquel joven como derramaba unas cuantas lágrimas de sus ojos mientras los demás lo consolaban. Lo que no sabían es que el también lloraba.

- Lo siento joven...no conozco el amor.- Frederick limpio de inmediato aquellas lágrimas. El auto comenzó en marcha hacia el kínder "luz de luna". Fazbear miraba aquellos hermosos paisajes que una vez de joven camino con sus dos amores. Pero más de aquel amor que entrego lo más valioso para el...su inocencia...y su corazón

- Te entregue lo más valioso y me traicionaste.- lloro el castaño. Una hermosa jacaranda callo en su pantalón. La tomo con cuidado y recordó aquel guapo azabache que lo curo de su corazón. Aquel que lo acepto con su pasado y sus miedos. Como extrañaba a su esposo. Al llegar aquel adorable kínder donde padres recibían con cariño a sus hijos. Sonrió tiernamente al recordar a sus tres hijos a esa edad. El y su esposo siempre recogían a sus tres ángeles a la escuela para después llevarlos al rancho de la familia, donde los pequeños montaban a caballo, cortaban los maizales o las manzanas de los árboles o simplemente se ponían a corretear a los cerdos con diversión. salió de aquel auto para entrar al kínder, viendo por las ventanas de los salones buscando a sus tres ángeles. Una sonrisa se mostró en su rostro al verlos. Dos pequeñas pelirrojas se encontraban jugando a las princesas con otros de sus compañeros. Miro en una mesa a un pequeño castaño coloreando feliz junto con un pequeño rubio. La profesora salió de inmediato a recibir aquel adulto

- Perdón señor fazbear nos quedamos ensañando la obra para la kermes.- comento sonrojada aquella joven

- No se preocupe yo espero.- sonrió el castaño

- Qué bueno...de echo no quiere pasar?.- comento la joven sonriente

- Aquí espero gracias.- la joven entro de nuevo al salón para ver como aquellas dos pequeñas pelirrojas y ese pequeño castaño guardaban rápidamente sus cosas. Las dos pequeñas salieron sonrientes para abrazar a su abuelo. Este las alzo con felicidad. Mientras las pequeñas llenaban de pequeños besos la cara del mayor. El castañito se encontraba hablando con su compañerito rubio. Una mueca de tristeza por parte del mayor apareció en su rostro para después convertirla en felicidad. Salió corriendo junto con su abuelo.

- Tito¡¡¡.- grito aquel pequeño castaño

- Freddy como estas mi lindo nieto?.- acaricio los cabellos cafés de aquel pequeño

- Podemos llevar a mi amigo a su casa? sus papas no vendrán y su abuelo está ocupado.- comento el pequeño castaño a su abuelo mostrando su tierna sonrisa

- Claro dile que venga.- comento Frederick para que el pequeño saliera corriendo por su amigo. Pero alguien ya había llegado por el pequeño rubio.

- Disculpe ya sa...freddy?.- comento aquel otro hombre de cabellera rubia y con un brillo en sus ojos al ver a ese ángel de nuevo

- Tito ya nos vamos?.- comento el castaño tomado de la mano de su amigos y viendo a los dos adultos. Las dos pequeñas miraban dudosas la escena.

La bikina

Tiene pena y dolor

La bikina

No conoce el amor

- Entonces...ellos son tus...-comento el rubio con tono triste

- Son mis hermosos nietos.- comento el castaño serio

- Oh...lamento...supe lo de tu perdida.- comento el rubio tratando de abrazar aquel castaño que amaba. Pero este se alejó.

- Siempre le seré fiel a erick.- comento Frederick. Tomo las manos de sus tres nietos y se los llevo afuera del kínder. Freddy lloraba al ver que no pudo despedirse de su amigo.

- Tito, no me despedí de golden.- comento llorando el pequeño castaño

- No volverán ustedes aquí, hoy mismo buscamos otra escuela.- comento furioso el castaño para entrar los cuatro a la limosina. Freddy lloraba y lloraba. Toddy y abby habían guardado silencio.

Altenara, preciosa y orgullosa

No permite la quieran consolar

Dicen que alguien ya vino y se fue

Dicen que pasa las noches llorando

Al llegar a la enorme mansión freddy salio enojado del auto. Abby y toddy corrieron al establo a ver a los caballos. El mayor siguió al pequeño hasta las enormes escaleras.

- Frederick fazbear es una orden, te cambiare de escuela aunque no te guste.- comento el mayor enojado

- Y que hay de mis amigos y de golden?.- comento el pequeño encarando al mayor.

- A tus amigos si podrás verlos pero ningún golden se te acercara.- comento furioso el mayor

- Te odio tito¡¡¡.- grito con lágrimas el pequeño para salir corriendo hacia su habitación. Frederick apretó lo puños y se encamino hacia su habitación donde al cerrarla se recargo en la puerta y comenzó a llorar mientras bajaba hasta el piso.

- Lo siento mi niño...no quiero que sufras como yo.- el mayor se cubrió su rostro con sus manos mientras lloraba.

Dicen que pasa las noches llorando por el

- Dicen que pasa las noches....llorando por el.- comento la pequeña toddy del otro lado de la puerta junto con abby. Toddy abrazaba a abby y con eso juro que tampoco le harían daño a sus dos queridos primos ni a su abuelo.

ahhh pobre freddy T.T. hola minna-san, pues les traigo este pequeño song fic XD espero que les guste. y gano el fic de....un sueño de los 60¡¡¡ esperenlo owo espero que hoy. ya por fin termine con un video para mi examen de idiomas¡¡¡deseanme suerte

matta ne¡¡¡

nuestro liderWhere stories live. Discover now