Capítulo 7

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Kim Jimin se había pasado toda la noche pensando en aquella llamada.

Realmente no oyó la mayor parte de la conversación, pero al ver el rostro encendido y alegre de Jeongguk imaginó que podría ser su novia.

No era para nada de extrañar que un chico tan lindo tuviera a alguien a su lado que esperase impacientemente su vuelta.

Sacudió su cabeza un par de veces, levantándose finalmente de la cama y colocándose unos pantalones para dirigirse al comedor a desayunar.

Una vez llegó, encontró a Jeongguk acompañado de su hermano menor, el cual no le quitaba la vista de encima al menor.

De verdad que no lo entiendía. A saber qué era lo que le pasaba por la mente a Taehyung. Desde que Gguk había entrado en la casa, su hermano se había estado comportando como un estúpido. Bueno, más de lo que ya era.

"¿Y si le gusta el maknae?" Pensó el joven de cabellos rosados, meditando si podría sacarle provecho a ese encaprichamiento que parecía tener con su interno.

Gguk abrió la nevera buscando con cierta prisa los ingredientes correspondientes para comenzar a cocinar.

Ese día los chicos se habían despertado antes de lo previsto y lo habían pillado totalmente desprevenido. Sin que a él le hubiese dado tiempo a hacer nada.

— Jeongguk —escuchó su nombre casi provocándole un infarto del susto—. ¿Puedo reclamarte un momento?

La voz de Hoseok había sonado educada y amable, lo cual no era para nada así.

Había formulado aquella pregunta por quedar bien, ya que si se negaba, lo acabaría tomando por su cuenta y obligándolo a ir a su habitación.

El menor se giró rápidamente, pero tardó en dar una respuesta afirmativa.

— Claro —respondió—. Pero tengo que venir pronto para haceos de comer.

— Por eso no te preocupes —habló—. Ya ellos se las apañarán cogiendo cualquier cosa de la nevera, ¿verdad?

La cabeza del peli-naranja se asomó por el marco de la puerta observando con interés las reacciones de los dos maknaes de la familia Kim, quienes se limitaron a mirarlo en silencio.

Podía ver cómo Jimin fruncía el ceño en desacuerdo.

Jeongguk dejó inmediatamente lo que estaba haciendo, e inocente de él siguió al mayor sin saber a dónde irían a parar.

Hoseok caminaba delante de él, guiándole hasta su habitación y entrando en ella, dejando ver que estaba hecha un desastre.

Jeongguk al ver tal vertedero no pudo pensar otra cosa y preguntó al peli-naranja.

— ¿Quieres que limpie tu cuarto? —ladeó la cabeza alzando ambas cejas.

— Sí, claro. —contestó el mayor. Jeongguk se encogió de hombros en respuesta.

Observó detenidamente como el menor comenzaba a moverse por la habitación y recogía toda la ropa que había tirada por el suelo, mientras él se sentaba en la silla de su escritorio.

Al cabo de unos minutos, el castaño se giró para formular una pregunta, sin esperarse lo siguiente que vería.

— ¿Quieres que lave toda esta ropa o hay algo lim...? —Al quedarse sin habla dejó caer toda la ropa que había cogido. Sus labios y ojos se abrieron ante la sorpresa que se llevó al volver a mirar al contrario.

Kim Hoseok se había quitado la camisa y los pantalones y se había quedado observando al menor quien ahora no entendía la situación en absoluto.

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Where stories live. Discover now