Artemisa #UniversoDeHeroínas

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Respiré cerré los ojos, no moví ni un músculo, allí, quieta al otro lado del río, tensando mi arco esperé con paciencia a que el ciervo que tenía ante mi parara de correr. Mostraba muestras de cansancio, su boca estaba entreabierta y su corazón latía con fuerza. Las ninfas del río, mi escolta personal lo atrajeron con su magia hacía este y allí, cuando estuvo a punto de extender su lengua para beber agua, disparé. La flecha le atravesó el cráneo y cayó desplomado. Les dejé el botín, y seguí cazando. Cuando estuve a punto de disparar la última de mis flechas de aquella más que productiva mañana de caza oí un grito ensordecedor, no muy lejos de allí. Aparté la mirada apenas unos segundos y cuando volví a mirar a mi presa se había fugado.

Me levanté limpiando mi capa de color azafrán de hojas y pequeñas ramas que se enredaron en ella y corrí hacia la dirección del grito

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Me levanté limpiando mi capa de color azafrán de hojas y pequeñas ramas que se enredaron en ella y corrí hacia la dirección del grito. Un par de mujeres forcejeaban y acosaban a una niña de no más de diez años, se reían de ella, la llamaban cobarde. Grité llamando así su atención, y al verme, me ignoraron, se rieron de mi pese a llevar mis sandalias y mi vestido blanco manchados de sangre y el arco colgado de mi hombro derecho.

-Largaos, dejadla en paz.-Advertí en un tono sereno y tranquilo.

Una de ellas, solo una de las tres se giró, me sonrió y continuó diciéndole palabras que ninguna niña debería escuchar. 

Cargué mi arco y lo dirigí hacía un árbol para que la única flecha que me quedaba alcanzara a las tres. Llamé a mis perros de caza pero no los dejé actuar hasta haber lanzado mi flecha. El proyectil rozó el hombro de cada una de las necias mujeres. Me miraron extrañadas, sangrantes. Me amenazaron con sus armas. Avancé con la cabeza alta, sin miedo. Una de ellas me lanzó una daga, la agarré en el aire, justo antes de que rozara mi rostro. Mis perros ladraban a mi alrededor, intentaron huir justo entonces, extendí mi mano izquierda, y las transformé en carne de caza: tres perdices, una de ellas coja, otra ciega, y la última con el cuello desviado. Miré a mis canes, asentí y supieron perfectamente lo que hacer. La niña se quedó mirándome con lágrimas en los ojos. Me giré en dirección contraria. Si algo había aprendido bien, era a no codearme con aquellos que no vivían en el Olimpo.

-¡¿Quién sois?!-Gritó.

Me giré, y le dije:

-Soy la flecha que corta el viento, la reina de los bosques y la caza.

-¿Sois Artemisa?-Dijo acercándose a mi, entusiasmada.

-Ese es uno de mis muchos nombres.

-¿Como puedo daros las gracias?

-Cuando veas la Luna aparecer en el cielo de tu ciudad, mírala y prométele que serás una mujer fuerte, no como las demás, aprende a defenderte, a luchar mejor que ellas por lo que quieres conservar. De esa forma, me lo agradecerás.

Volví a girarme, di un paso, silbé y vi aparecer a mis perros de presa corriendo hacia mi, con las perdices en sus bocas. Se las dí a la niña.

-Llévatelas, pero no le digas a nadie quien son, véndelas, comételas, dáselas de a sus familiares, pero nunca le digas a nadie que me has visto. Espero que entiendas por qué.

-Jamás podré ser una mujer como tú, por mucho que...

Abrí mucho los ojos y le dije:

-No por ser una diosa soy mejor que tú, querida, el valor es lo único que necesitas. No escuches a los demás olvídate de las convicciones necias, de tu cobardía, y lucha por servirte a ti misma. Ahora he de marcharme, espero que no olvides nuestra promesa querida...

-Antíope.

Sonreí.

- Espero que cuando volvamos a vernos, seas la mejor de las amazonas.-Dije caminando en dirección opuesta. Me di cuenta de que la niña me seguía, así que, hice que el bosque se tornará más y más espeso, infranqueable, y me marché al Olimpo, con la convicción de haber cambiado el corazón de aquella pequeña Amazona.

 Me di cuenta de que la niña me seguía, así que, hice que el bosque se tornará más y más espeso, infranqueable, y me marché al Olimpo, con la convicción de haber cambiado el corazón de aquella pequeña Amazona

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⏰ Last updated: Nov 13, 2018 ⏰

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Relatos con gusto férreo- 2018Where stories live. Discover now