La ropa se fue, estás encima mío y cómo puede ser que haya un ser como vos. Me separas las piernas y quedo expuesta, justo el momento antes de que entres en mí y respiro hondo cerrando los ojos. Te moves en mí y me tocas como nadie más, me entrego en más de un sentido.
Te acaricio la espalda, dejo una
leve marca con mis uñas y se mezclan los gemidos.
Cada vez más fuertes. Cada vez más rápido y terminamos. Y es la primera vez para ambos.
Nos sonreímos y nos contamos cuánto nos amamos para después enredarnos en extremidades. Y me quedo dormida pensando en lo mágico que sos y que afortunada que soy en tener a alguien como vos, nadie me había cuidado tanto como vos. Nadie me había amado tan puramente como vos.
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Lo Que No Digo.
Short StoryEscribo sobre lo que me hace mal, apasiona, desagrada o emociona, pero sobre todo lo que no puedo (o mejor dicho no me animo) decir y solo pienso.