Flores para la Princesa

Guerra Contra El Amor

La tensión en la habitación es demasiada...se que el destino de Citabella depende de esta reunión, más que nada por que si no tomamos la decisión correcta se desatará una guerra entre nuestro reino y el de Pringville, ahora entiendo lo que una vez me dijo mi padre...una mujer con el corazón roto es capaz de todo y no hay mejor prueba que ver ahora a la princesa de Pringville, frente a mí con mirada dura y una declaración de guerra que con solo tener la firma de la reina es más que válida para destrozar mi reino y el suyo.

Natasha te pido que no tomes decisiones apresuradas...-digo con calma, intentando transmitir mi sentimiento a la bella rubia que en este momento está mucho más alterada que Jordan y Milán quienes miran la escena detrás de mi- una guerra entre tu reino y el mío provocará muchas muertes, durante generaciones nuestros reinos fueron aliados...¿De verdad piensas romper todos esos años de amistad por culpa de un chico?

Eso se dice fácil ¿No princesa? -dijo seria- lo dices tú por qué a ti no fue a quien le cancelaron el compromiso y para colmo tú no te enteraste acerca de que el rey de la hermosa Citabella decidió casar a su hijo con la chica con la que te engañó ¡A ti no te rompieron el corazón!

Te equivocas...el día de ayer mi compromiso con el principe Logan fue cancelado por la misma razón -suspire- tu piensas que no se lo que es tener el corazón roto y tener en la boca el sabor que deja una tradición...pero lo cierto es que si lo sé -tome una de sus manos- pero eso no significa que vaya a declararle la guerra a un reino...como futuras reinas muchas vidas dependen de nosotras y si acabamos con ellas ahora que somos princesas ¿Qué clase de gobernantes seremos? Piénsalo bien Natasha...no es un parque de juegos hablamos del hogar de muchas familias, de niños pequeños que podrían quedar huérfanos, de mujeres que podrían enviudar y de hombres que podrían morir en batalla -la rubia suspiró-

Tienes razón...no puedo dejar que mis sentimientos me dominen -respire profundo- no habrá guerra...pero si quiero que limiten el contacto del príncipe Jordan y la princesa Milán con mi reino y con mi persona, a partir de ahora en las reuniones quiero verla solo a usted y la princesa Elena ¿Esta claro? -asenti sonriente- de acuerdo...-volteo a ver a Jordan- lo habría dado todo por ti -suspiro y después camino lejos del salón-

Lamento mucho esto Ori...-dijo mi hermano con pesar en la mirada-

Tranquilo no hay nada de lo que debamos lamentarnos -afirme seria- pero si quiero que empieces a pensar bien en tus acciones...piensa bien si quieres casarte con Milán -la castaña sonrió un poco- no quiero más problemas

De acuerdo -el castaño sonrio-

Ahora debo ir a dormir un poco...-dije divertida-

Claro su alteza -dijo Milán imitando mi tono- después de todo hoy evitó una guerra

Ese es mucho trabajo para una princesa...esto lo debería de arreglar mi padre -tome la mano de Milan- te robaré unas horas a tu mujer, yo y ella tenenos asuntos que tratar

Esta bien -se acercó a besar los labios de mi mejor amiga- te veo más tarde

Claro -ambas empezamos a caminar hacia mí habitación- tu hermano es un sueño...-dijo la castaña con una sonrisa radiante-

Sé que estás enamorada de él pero eso no significa que me guste escuchar lo mucho que estás enamorada de mi hermanito -afirme divertida-

Bueno bueno entonces no hablemos de Jordan...hablemos de ti y tu admirador secreto -dijo con picardía- ya sé que te ha mandado más flores

Un ramo de flores diarias con una tarjeta -suspire- cada día una flor diferente y un mensaje diferente...-abri la puerta de mi habitación y ambas entramos-