Capítulo 20

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-Vámonos de aquí. -Dije sin aliento. Por primera vez en mucho tiempo me siento feliz, y todo por ella.

-¿Dónde? -Dijo Sakura mientras ordenaba si cabello. Ella era tan hermosa.

-Dónde sea, sólo quiero estar contigo. Pero, saldré yo primero. Puede que tu hermano nos vea. Te espero, pequeña. -Dije dándole un pequeño beso en los labios y saliendo.

Me sentía tan jodidamente completo. Después de tanto tiempo.. ¿Es que acaso esto es real? Caminaba por en medio de toda esa gente, con una sonrisa en la cara. ¿A quién engaño? Después de todo lo que he pasado.. Ella siempre ha sido mi problema favorito.

Alguien me sacó de mis pensamientos.

-Sasuke.. -Dijo una chica abrazándome y dándome un beso en la mejilla.

-Oh, hola. -Le dije a Karin. Dios, ¿Cómo decirle que me deje la maldita vida en paz sin ser grosero?

-Ven, vamos a bailar.

-No, no puedo. -Dije soltándome de su agarre. Empecé a caminar lejos de ella, sentía que me llamaba pero la ignoré.

En mi mente solo estaba Sakura.

Entre a mi auto y la esperé. Minutos después apareció ella con ese hermoso vestido color rojo y con esa sonrisa que tanto me encantaba.

-Dios, ¡hay muchas personas ahí! -Dijo y yo reí.

-¿Dónde quieres ir?

-No lo sé. O, bueno, sí. Vamos a tu lugar favorito, ¡prometo no quedarme dormida esta vez!

-Tus deseos son órdenes! -Dije sonriéndole.

En el camino no pude evitar voltear un par de veces para verla. Ella me miraba y sonreía nerviosa.

Después ella encendió la radio y Get Lucky de Daft Punk sonaba. Los dos empezamos a cantar la canción a todo pulmón.

-Llegamos. -Dije saliendo del auto y abriendo su puerta. Esto sólo lo hacía con mi madre.

Ella salió con una sonrisa en la cara y de la mano entramos en la casa. Ella apenas entró, se quitó los tacones que llevaba. Con los tacones, o sin ellos, ella siempre se va a ver pequeña.

Mía.

-¿Tienes hambre?

-Sí. -Dijo ella mientras se sentaba en el sofá.

Busque el teléfono y pedí una pizza. Espero que no demore, porque yo también muero de hambre. Me senté en el sofá al lado de ella.

-Juguemos a 20 preguntas. -Oh Dios, ¿qué le dire de mi asquerosa vida?

-Empiezo yo. -Dije aprovechándome de la situación. Ella asintió.

-¿Qué pasa con Gaara? -Ella suspiró.

-No sé cómo pude estar con él. Digo, no tuvimos nada serio pero.. Él es un imbécil. No sabes cómo me arrepiento que alguna vez haber salido con él.

-¿Pero entonces porque decidiste salir con él? ¿Te gusta?

-Es sólo una pregunta, Sasuke. Y es mi turno. -Suspiré.

-¿A qué edad perdiste tu virginidad?

-Creo que a los 14, o a los 13. No lo recuerdo. -Dije y ella se sorprendió.

-Fuiste tú la que hizo la pregunta. -Ella rió.

-Sí, lo sé.

-¿Te gusta Gaara?

-Oh, no. Para nada. Nunca me gustó.

-¿Por qué me besaste ese día? -Dijo ella, podía notar lo nerviosa que estaba.

-Porque quería. Me gustabas. ¿Y sabes? No sabes desde hace momento lo mucho que he deseado tus labios.

Ella tomó la iniciativa y se acercó a mi para darme un beso. Sus manos se perdieron en mi cabello y las mías en su cintura, luego nos separamos por falta de aire.

-No sabes lo duro para mi que fue verte con diferentes chicas todo este tiempo.

-Pensé que cualquier chica me haría olvidarte. Nunca lo conseguí.

-Eso fue exactamente lo que hice con Gaara. Tampoco funcionó. -Yo sonreí.

-Te quiero, ¿lo sabías?

-Yo te quiero mucho más. -No lo creo. Ella no tiene idea de lo mucho que la quiero. Todo, absolutamente todo de ella me encantaba. Estoy enamorado incluso de sus defectos.

El timbre nos interrumpió.

-Yo abro. -Dijo ella mientras se dirigía a la puerta y yo buscaba el dinero.

-Preciosa, son 5.99. ¿Estás sola? -Escuche decir a ese imbécil que trajo la pizza.

Me acerqué a ellos y abracé a Sakura por detrás dándole un beso en la mejilla.

-No. No lo está. ¿Por qué? ¿Algún problema? -Él me entrego la pizza y respondió nervioso.

-No.

-Muy bien. No me gustan los problemas, ¿sabes?

-A mi tampoco.. -Dijo dando media vuelta y se fue lo mas rápido que pudo.

Voltee a ver a Sakura y los dos estábamos soltando carcajadas.

-Creo que le tengo que dejar claro a muchos que tú eres MI pequeña. -Ella sonrió y me abrazó.

-Tuya. -Esas palabras me dejaron sin aliento. Mi corazón latía con tanta fuerza que sentía que podría salir en cualquier momento.

Me acerqué a ella y le di un beso. Luego la agarré de la mano y nos dirigimos a la cocina donde comeríamos.

Risas, besos, abrazos, películas, una sábana, un sofá, palomitas de maíz, confesiones.

Con eso se resume mi noche perfecta.

Y finalmente, una Sakura, dormida en mi pecho.

Eres mía, pequeña (versión SxS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora