MI LISTA DE AMORES

CAPITULO*1

Me desperté, lo primero que escuche fueron gritos, ya me había acostumbrado mis papas estaban así desde hace más de 4 meses, al parecer mi papa se quiere mudar y mi mama no, problemas de adultos.

mi familia es algo peculiar, cuando mis papas se casaron, mi papa tenía cuatro hijos y mi mama una, se juntaron y ahora todos somos hermanos

Dos años después de que se casaron nací yo, la única que unía al matrimonió jones Smith.

Tuve una infancia difícil, pues mis hermanos me hacían la vida imposible, no me dejaban jugar y me culpaban de todo.

Mi padre tiene una personalidad fría e imponente nunca sentí cariño por él, tan solo aprecio.

Mi madre siempre ha sido una desobligada nunca nos hizo una comida, nos llevó a la escuela, ni nada por el estilo, pero eso si siempre me abrazaba, ahora ya no.

-hola nenita- dijo mi madre con cariño.

-hola mami- dije cariñosa, me encanta cuando mi mamá se despierta de buenas pasamos prácticamente todo el día juntas.

-vamos a desayunar tu papi y yo tenemos que explicarte unas cosas ponte tu batita y baja- dijo mi madre nerviosa.

-está bien ya voy- dije.

la mayoría de veces que me dicen que me tienen que explicar algo es de porque no tengo que golpear a mis hermanos, o jalarle el pelo a mi hermana pero en verdad esta semana me he estado portando muy bien no entiendo cuál sea la razón de esta "explicación".

Baje rápidamente la escalera tan larga que había en mi casa, al llegar a la cocina vi a mi padre sentado con el periódico en mano, y a mi madre en una bata blanca.

-ya vine-dije.

-siéntate nena- dijo mi madre.

-deja de hablarle como bebe ya está creciendo-dijo mi padre enojado.

Mi papa siempre me hacía temblar.

-cállate no la asustes- dijo mi mama-lo que te tenemos qué explicar son cosas que quizá sean muy difíciles de a similar para ti, pero tranquila todo está bien-

-ve al punto- dijo mi padre- tu "mami" y yo nos divorciaremos-

Sin pensarlos dos veces intervine con lo primero que vino a mi mente.

-vamos no me digan que se van a divorciar por que uno se quiere mudar y el otro no, los hoy la otra noche, solo hagan un volado, que complicados son los adultos- dije riendo nerviosa.

-nadie dijo que ese fuera nuestro problema, tu madre es insoportable ese es el problema-dijo mi padre enojado.

- nena tienes que entender que los adultos tenemos problemas a ti te gustaría que yo fuera infeliz  al lado de él, siendo que puedo ser feliz sin el- dijo mi mamá.

La verdad aunque no sean los mejores padres los amos con todo mi corazón, me encanta salir juntos cuando mi padre me compra un helado de chocolate, mi mama me regaña porque no lo debo comer y mi papa me defiende, pasaron mil cosas por mi mente. lo que paso más veces fue " y mis hermanos".

ya nos los tendré que ver eso era una ventaja a pesar de que fueran idiotas los amaba pero prefería vivir sin ellos.

- sofí te estoy haciendo una pregunta- repitió mi madre.

- -mama te quiero ver feliz- dije triste.

- eres una buena niña Sofía puedes retírate- me dijo mi madre y yo asentí.

Como ya se me había hecho costumbre espiar detrás de las paredes esta no fue la excepción, y valla decepción me lleve a oír las palabras provenientes de mi padre que me partieron mi corazón en millones.

- al diablo Sofía lo único que quiero es hacerte sufrir- dijo con desprecio mi padre.

al oír aquellas palabras me derrumbe mis vista se nublo y no podía respirar, tengo problemas de azúcar con una emoción fuerte me pongo muy mal y valla emoción tuve esta mañana.

Empecé a respirar profundo y tome una pastilla la cual estaba en el compartimiento de mi collar.

el calor paso, ya no temblaba, pero me perdí la demás conversación.

- aquí tu solo eres la zorra que se casó conmigo porque su esposo acababa de fallecer- dijo mi padre.

- no me sigas hablando de esa forma,  y si quieres te regalo a Sofía así un recuerdo menos tuyo- dijo mi madre.

Que podía ser peor ninguno de mis padres me quería y yo no me había dado cuenta soy tan inútil como me lo dicen mis hermanos en verdad soy un estorbo, debería morir para que sigo aquí.

Subí corriendo a mi habitación normalmente hacía más de un minuto en llegar de la cocina a mi habitación ahora solo dure 10 segundos.

Llore todo el día llore no deje que nadie entrara pensé como puede ser alguien tan cruel con una niña, mis propios padres sentían desprecio hacia mí y yo no puedo hacer nada.

4 meses después mis papas ya estaban divorciados y yo viviendo en una gran casa junto con mi padre era demasiado grande para nosotros dos.

En el transcurso de esos cuatro meses había cumplido 6 años y mis padres no lo recordaron en realidad no me importaba entre más invisible mejor.